Bradford Cox no se ajusta a la típica descripción de líder de una banda joven de indie-rock. No es un chico mono y no se preocupa lo más mínimo por mostrar una imagen molona pensada para acaparar flashes y suspiros. Tampoco parece inquietarle en absoluto, lo suyo es otro tipo de provocación. Mide algo más de uno noventa y cinco de altura y es excesivamente flacucho, a causa de una degeneración de sus tejidos conectivos, un síndrome conocido como Marfan y que también padeció el mítico Joey Ramone.
Él, junto con Lockett Pundt y Moses Archuleta, forman Deerhunter, una banda nacida en Atlanta en el año 2001 y que ya cuenta con un nutrido número de seguidores alrededor del mundo gracias a su torrente de creatividad hecha música a lo largo de seis álbumes de estudio. El último, Monomania, producido por Nicolas Vernhes –con quien ya habían trabajado en Microcastle y Weird Era-, recuerda al rock clásico –muy a su manera- y a esos ensayos de garaje rollo americano. Un ejemplo: este Back to the middle.
Back to the middle
This is where love has left me
It's an endless cycle
Please don't take it away from me
Look at me
Your hair is falling out now
Your two by four
You left me doubting
Back in the middle
Everyone knows your name now
It's all accidental
Your love is such a sick, sick game
How could he?
The basic way you used me
Why does it have to be so brutal?
Back in the middle
Take me where I can see some stars
Take me to your cabin
Like you promised so many times
You and me
You broke free
You broke me
And you left me these little pieces