Classical

Danzas populares rumanas. Bela Bartok

El compositor húngaro comenzó inspirándose en el folclore de su país natal.

Fue Liszt quien lanzó la tesis de que la música de los cíngaros era el germen de la música húngara. Pero cuando a partir de 1904 Bela Bartok comenzó a recorrer las aldeas de su país, escuchando, grabando y trascribiendo cantos, pudo comprobar que aquella idea no era correcta y que más bien la música de los granjeros y campesinos era la verdadera música folclórica de Hungría.

Dos mil setecientas melodías después, se dispuso a hacer lo mismo en Rumanía, aunque esta tarea fue mucho más complicada por la variabilidad de los dialectos musicales entre el norte, de influencia húngara y ucraniana, y el sur del país, absolutamente independiente. Inspiradas –pero no copiadas- de estas investigaciones, en 1915 nacieron las Danzas populares rumanas para piano, transcrita dos años más tarde para orquesta.

En realidad, las Danzas populares rumanas es una suite de seis piezas cuya complejidad va aumentando a medida que se suceden los movimientos, como pueden comprobar en esta magnifica interpretación de los WASP del Conservatorio de Nueva Inglaterra, Tessa Lark y Yannick Rafalimanana.

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