Classical

Os amo por vuestra belleza: ¡la música o yo!

La inspiración que Mahler encontró el verano de 1902 en Maiernigg le permitió componer esta obra. Os amo por vuestra belleza: ¡la música o yo!

En marzo de 1901, Gustav Mahler se estaba recuperando de una hemorragia intestinal que había sufrido los primeros días del mes anterior. A juicio de los galenos que lo atendieron, habría muerto de no haber sido tratado a tiempo. Reflexión que Mahler tomó al pie de la letra para describir una más de sus recurrentes hemorroides con esa idea cercana y firme que tenía de la muerte y su carácter rotundamente sombrío: esta enfermedad me habrá de costar diez años de vida.

Ese mismo año conoció a una mujer veinte años más joven que él, a la que unos meses después, en marzo de 1902, convertirá en su esposa. Se trataba de Alma Maria Schindler, joven dotada de una exquisita formación musical y singular belleza. Desde su infancia había crecido en un ambiente distinguido y rodeada de los más notables artistas del ambiente cultural de la decadente y frívola Viena fin de siècle.

Como venía siendo su costumbre a la hora de componer, aquel verano de 1902 Mahler volvió a su residencia en Maiernigg, esta vez acompañado de su bella esposa. Desde el primer momento, Alma se ocupó de las tareas domésticas, además de trascribir en partitura la obra en la que desde hacía unos meses se hallaba enfrascado el compositor, nada más y nada menos que su Quinta Sinfonía. Obra que cuando Gustav la tocó por primera vez al piano, fue criticada por Alma. Basta recordar que el 19 de Diciembre anterior le había escrito una extensa carta a su todavía novia en la que le hacía participe de sus planes de futuro, a la vez que le exigía que abandonase su trabajo compositivo para dedicarse de lleno a él. En definitiva, que eligiese: la música o yo.

La inspiración que Mahler encontró aquel dichoso verano de 1902 en su casa de Maiernigg le permitió componer el último de sus Fünf Lieder nach Texten von Friedrich Rückert, el lied Liebst du um Schönheit -Os amo por vuestra belleza-, una hermosa miniatura compuesta en secreto para Alma que constituye una de las más conmovedoras declaraciones de amor jamás escritas. Su texto, escrito como no podía ser de otra manera por el poeta alemán Friedrich Rückert, dice:

 

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