Classical

El viaje al invierno de Schubert

Winterreise es un ciclo de lied, el mejor, obra cumbre de un género y una de las obras más profundas y expresivas de la historia de la música.

En 1827, Franz Schubert leyó en la Revista literaria Urania de marzo de 1823, doce poemas de Wilhelm Müller concebidos sobre la historia de un poeta errante. Aparecían reunidos bajo el título de WinterreiseViaje de invierno -, y tanto le gustaron que comenzó a escribir los 12 primeros lieder en el mismo orden en el que aparecían en la revista.

Tres años antes, el editor y librero Rudolph Ackermann había publicado en Dessau el segundo volumen de los poemas de Müller bajo el título Poemas de los papeles legados por un corneta en el bosque errante en el que se encontraban agrupados los veinticuatro poemas que forman Viaje de invierno.

En sus memorias, su amigo y mecenas Josef von Spaun cuenta que en febrero de 1827, Schubert estaba completamente abatido, pero que a pesar de su estado de ánimo no dejaba de acudir a los bailes que semanalmente se celebraban en casa de Franz von Schober. Asidua de aquellas mismas reuniones era una atractiva joven de la que Schubert se sentía enamorado, aunque el compositor reaccionaba con hostilidad ante cualquier comentario de los amigos al respecto, convencido de que nunca ninguna mujer llegaría a amarle.

También cuentan que su repentina tosquedad se debía al esfuerzo realizado desde febrero a octubre de 1827 en la composición de Winterreise, de tal forma que confesó a sus amigos os cantaré un tenebroso ciclo de Lieder. Su creación me ha afectado más que ninguna canción anterior.

Winterreise es un ciclo de lied, el mejor, la obra cumbre de un género. Lo es porque nos enseña el agónico viaje hacia el interior del artista romántico, que viaja por un invierno sombrío y permanente, absolutamente desolado en busca de lo inalcanzable. Un camino de introspección hacia lo más profundo de la condición humana, atemporal, la de entonces, la de hoy, la de mañana. El poeta errante de Winterreise sólo puede aspirar a conseguir la paz gracias a una muerte dulce, muerte que no alcanza siquiera, desdichado, al final del poema. El antihéroe de otros muchos relatos del romanticismo alemán, su particular Werther.

Con letra de Wilhelm Müller -el mismo poeta del otro gran ciclo schubertiano, La bella molinera- Winterreise D 911 fue publicado por por Tobias Haslinger en dos partes, la primera en enero y la segunda en diciembre, ambas de 1828, un mes después de haber muerto Schubert a la edad de 31 años.

El ciclo abre con Gute Nacht, canción que es a la vez prólogo y epílogo de una historia de amor de la que desconocemos la razón por la cual el amor se ha acabado. Comienza así:

Como un extraño llegué,
como un extraño me marcho.

Y continúa…

Mayo fue benévolo conmigo
y me dio muchos ramos de flores.
La muchacha habló de amor,
su madre incluso de boda.
Ahora el mundo es tan lóbrego,
el camino está oculto por la nieve.
No puedo elegir
la hora de mi viaje,
he de encontrar el camino
en medio de esta oscuridad.
Me acompaña una sombra
que proyecta la luna,
y por los blancos campos
busco huellas de animales.

El amor gusta de vagar sin rumbo
-así lo ha hecho Dios-
de un lado para otro.

¡Amada mía, buenas noches!
No perturbaré tus sueños,
sería horrible para tu reposo,
no escucharás mis pasos.
¡Chito, chito, la puerta está cerrada!
Cuando paso por ella te escribo
en la puerta “buenas noches”
para que puedas ver
que he pensado en ti.

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