Classical

Che si puo fare. Bárbara Strozzi

La veneciana fue de las primeras compositoras que pudo publicar sus obras.

Tú no debes tener más que una profesión: la de hacerme feliz. Los papeles en esta presentación deben estar bien repartidos. Y a mí me incumbe el de compositor, el de quien trabaja. El tuyo será el del compañera, el de la camarada comprensiva.

Poco tiempo antes de que contrajesen matrimonio en 1902, Gustav Mahler informó a su futura esposa que en su hogar sólo habría lugar para un solo compositor, y éste era él. Lo paradójico es que la jovencísima Alma María Schindler, una vienesa de singular y fascinante belleza, poseía un gran talento para la pintura y una enorme competencia para el piano y la composición, además de ser la musa –y amante- de muchos artistas de la época, como Gustav Klimt. A pesar de los indudables avances de la sociedad en reconocer el papel de la mujer, sirva la anécdota de la que más tarde sería Alma Mahler para introducir el tema de la marginación en la que se han visto arriconadas las mujeres, en este caso, las mujeres compositoras. No hay más que examinar cualquier manual no especializado de historia de la música y también las más de trescientas cincuenta entradas de música clásica hasta ahora publicadas en loff.it: en ninguna se menciona una sola compositora. Entonemos el mea culpa y hagamos propósito de enmienda para el recién estrenado año. Por educación, instrucción y sobre todo justicia.

Uno de los nombres que ha estado silenciado hasta hace pocos años y que todavía no está situado en el lugar que le corresponde es el de la compositora italiana de música vocal de cámara más importante del siglo XVII, Bárbara Strozzi. Bárbara era hija adoptiva y probablemente natural del jurista y reconocido hombre de letras veneciano Giulio Strozzi, autor de diversos libretos escritos para compositores como Monteverdi, Sacrati o Manelli. Su madre era Isabella Garzoni, una de las sirvientas de la casa. Strozzi, que nombró a su figliuola electiva heredera en 1628 bajo el nombre de Barbara Valle, se ocupó de ella dándole la posibilidad de acceder a una buena educación, a la cultura y a una exquisita formación musical en la Academia de los Unísonos, convirtiéndose en una de las figuras más destacadas de cuantos músicos participaron en los eventos de la academia.

Alumna del compositor Francesco Cavalli, Bárbara Strozzi publicó nada más y nada menos que ocho colecciones de piezas que contenían más cantatas que cualquier otro compositor del siglo XVII. La mayoría son para voz sola y bajo continuo - lo que es posible pensar que fueran escritas para ser interpretadas por ella misma-, pero también compuso dúos, madrigales y obras vocales religiosas. Interpretado con maestría por el dúo Dolce Rima, la pieza que hoy os traemos es Che si puo fare, incluido en el sexto de esos volúmenes publicado en 1657. Una simple prueba entre muchas otras de su capacidad para componer elegantes y suaves melodías en línea con el ideal del recitar cantando de los teóricos del siglo XVII. Su texto de gran belleza dice:

¿Qué se puede hacer
si las estrellas rebeldes
no tienen piedad?
¿Qué se puede decir
si el cielo no da
un soplo de paz
a mi sufrimiento?
¿Qué se puede hacer?
 
¿Qué se puede decir
de los astros despiadados
que siempre me llueven encima?
¿Qué se puede decir
si un pérfido Amor
niega un respiro
a mi martirio?
¿Qué se puede decir?

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