60's

On A Carousel. The Hollies

Si existen los coros celestiales, seguro que casi suenan como The Hollies.

No hay ninguna duda de que son una de las mejores bandas de los 60 y una de las mejores de todos los tiempos en cuestión de voces, armonías y coros. Los Beach Boys tienen la fama, pero The Hollies se entretienen con la lana.

Recuerdo la primera vez que escuché a The Hollies, me quedé de piedra. Miré al plato sobrecogido. Cierto que no tienen la chispa mágica de The Beatles, que no son aguerridos y rebeldones como los Stones o The Who, que no suenan mods y trepidantes como Small Faces o “auténticos" como The Yardbirds. Además andaban faltos de imagen, de gancho visual, eran muy normalitos y modositos de aspecto. Ellos eran otra cosa. Su repertorio se compone de canciones bonitas, a veces muy bonitas, cantadas que, sencillamente, te mueres. Ese es su mayor mérito, la exquisitez con la que interpretan sus canciones o las de otros porque, aunque no eran mancos ni mucho menos componiendo, tampoco eran unos genios a la hora de escribir. Habitualmente correctos y en ocasiones brillantes.

El núcleo central de la banda inicialmente la formaban dos compañeros de pupitre,  Allan Clarke y Graham Nash, que se toparon con otro enajenado de la música, Tony Hicks. Aunque triunfaron en el Reino Unido y Europa, en Estados Unidos no tuvieron igual repercusión. De hecho Nash tuvo que unirse a David Crosby, Stephen Stills y Neil Young para  ser reconocido como el gran cantante que es. Además de esas voces excelsas, los otros músicos que pasaron por The Hollies, especialmente bajistas y baterías, venían del campo del jazz, técnica y modo que supieron unir al pop, al folk e incluso a la psicodelia que luego desarrolló el grupo a lo largo de su carrera.

De esta banda de Manchester se pueden decir muchas cosas y hablar horas, de su trayectoria, a veces errática y falta de dirección, especialmente en los últimos años, pero siempre encontraremos las mejores voces y algunas grandísimas canciones. Como por ejemplo “On a Carousel”, escrita por Clarke, Nash y Hicks, editada como sencillo en febrero de 1967 y la primera vez que Nash empezaba como solista en una cara A. En esos años, todas estas cosas importaban mucho y eran detalles que se tenían muy en cuenta ya que de ellos dependía el éxito o el fracaso del disco. En esta ocasión no les fue del todo mal, ya que el tema se encaramó en puesto número 4 de las listas británicas, en el 8 de las alemanas y se coló en el 11 de la lista del Billboard de los USA. Fue rentable y lo mejor de todo es que sigue sonando fresca, emocionante, envolvente y preciosa.

La vida es como un tiovivo en el que todos giramos a la vez, tan juntos y tan alejados, tan cerca y tan distantes. La vida es como un tiovivo del que es imposible bajar. Quizás, sólo quizás, el amor pueda lograr lo imposible.

 

Riding along on a carousel
Trying to catch up to you
Riding along on a carousel
Will I catch up to you

Horses chasing 'cause they're racing
So near yet so far
On a carousel, on a carousel

Nearer, nearer by changing horses
Still so far away
People fighting for their places
Just get in the way

Soon you'll leave and then I'll lose you
Still we're going round
On a carousel, on a carousel

Round and round and round and round and round
And round and round and round with you
Up, down, up, down, up, down too

As she leaves she drops the presents
That she won before
Pulling ducks out of the water
Got the highest score

Now's my chance and I must take it
A case of do-or-die
On a carousel, on a carousel

Round and round and round and round and round
And round and round and round with you
Up, down, up, down, up, down too

Riding along on a carousel
Trying to catch up to you
Riding along on a carousel
Will I catch up to you

Now we take our ride together
No more chasing her
On a carousel, on a carousel
On a carousel, on a carousel.

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