En 1836 Chopin conoció a Aurore Dudevant, escritora francesa conocida bajo el seudónimo de George Sand. Mayor que él, divorciada y emancipada, no obstante aquel primer contacto provocó tal rechazo en Chopin que, siempre según un relato que circulaba en la época, se aseguraba que el compositor habría afirmado, ¡Qué mujer tan antipática esta señora Sand! ¿Se trata de verdad de una mujer? Me permito dudarlo. Nada le hacía presagiar la íntima relación que mantendrían.
De su estancia en Mallorca en el invierno de 1838, en la Cartuja de Valdemossa, junto a George Sand, datan algunas de las composiciones más célebres de Chopin, a pesar de encontrarse ya aquejado de tuberculosis, enfermedad que se vio agravada por la intensa humedad de la isla en invierno. Tras decidir definitivamente emprender el viaje de vuelta a París, Chopin y Sand decidieron que pasarían los meses calurosos en el campo, en la casa solariega de George Sand en Nohant, en el centro de Francia, y el resto del año se quedarían en París, donde el compositor daba clases de piano, conciertos, participaba en la vida artística de la ciudad. Durante seis veranos sucesivos, Nohant se convirtió en su segundo hogar, el lugar donde compuso intensamente y donde pasó los momentos más felices de su vida desde que abandonara Varsovia.
En el quinto de aquellos veranos, el de 1844, Chopin volvió a Nohant, con Sand y sus hijos, y Ludwika, la hermana mayor del compositor, a quien no veía desde hacía 14 años cuando se marchó de Polonia. Sin embargo, aquel verano no pudo acudir a la cita una asidua por encontrarse de gira, la cantante Pauline Viardot-García, que sin embargo envió a su hija pequeña. Según algunos expertos, pudo ser la presencia de esta pequeña lo que inspiró a Chopin a escribir una breve y sencilla pieza, Berceuse, la única canción de cuna que compuso Chopin y publicada en Leipzig al año siguiente.
La pieza toma la forma de tema y variaciones, tal y como el propio compositor la titula, colección de catorce variaciones, con una línea melódica apoyada en una armonía muy simple y un basso obstinato encargado a la mano izquierda que recorre toda la pieza.
Y dedicada a una persona muy querida por Chopin… ¿George Sand?. No. Su pupila Elise Gavard, que sería su apoyo después de su ruptura con George Sand en 1847 y quien estará presente cuando Chopin muera, dos años más tarde.