Blues

Benjamin Booker transforma en pista de baile un campo de batalla

Believe, el nuevo vídeo del segundo álbum, Witness, de este bluesmen de Virginia, Benjamin Booker. Un campo de batalla.

La canción “Believe” fue la elegida para ser el tercer single que debía anunciar allá por mayo el nuevo disco de Benjamin Booker, “Witness”. El álbum finalmente salió a la venta el 2 de junio a través del sello ATO en Estados Unidos y Rough Trade en Gran Bretaña. Ahora esta pieza se presenta en formato vídeo y viene acompañada por unas potentes imágenes de baile que el cineasta James Lees ha dirigido.

Queríamos crear algo intrínsecamente musical y entretenido sin dejar de ser una reflexión sobre los temas que trata la canción. Perder el rumbo o no tener clara que dirección seguir y la necesidad inherente al ser humano de encontrar un sentido de pertenencia. Los numerosos falsos caminos con los que uno se encuentra y que finalmente no te proporcionan un propósito en la vida que es algo que todos nos sentimos presionados por conseguir al llegar a la edad adulta”, ha explicado el director. Un vídeo en el que Lees y la música de Booker han transformado un campo de batalla y un ejercicio militar en una pista de baile y una hermosa coreografía.

“Witness” es el segundo álbum de Benjamin Booker, un músico, cantante, compositor y guitarrista nacido en junio de 1989 en Virginia Beach, Virginia, y cuyo talento, su voz y su manera de entender el blues nos inclinó por recomendarle a los lectores de esta sección de Loff.it hace ya más de dos años y medio. Algo le vimos ya en su disco de debut, publicado en agosto de 2014. Ya en ese momento apunta para convertirse en una de las promesas más destacadas de la música negra del siglo XXI.

Si su primer disco era toda una sorpresa, su segunda entrega es aún mejor. Producido por Sam Cohen, el LP se grabó en Nueva york, en The Isokon Studio y en Red Delicious Studio. La canción que da título al álbum, en la que, por cierto, hace voces Mavis Staples, hace referencia a la brutalidad policial y tuvo una gran repercusión en medios políticamente influyentes. Blues, góspel y maneras de soul a lo largo de los diez cortes que contiene el disco y en los que se hace una clara exposición del dolor de la gente de color. Composiciones inspiradoras y que seguramente quedarán en el recuerdo durante mucho tiempo pero que al mismo tiempo tienen a crudeza e inmediatez del punk que barrió Nueva York hace ya cuatro décadas.

Benjamin Booker tiene una voz muy especial. Es envolvente, arenosa, crujiente, conmovedora y atávica. Emplea la música para provocar una reacción en el alma de los que la escucha. En vivo es como una antorcha enciende los rescoldos de humanidad que aún perviven en algunos de nosotros. Músicos como Booker son necesarios, discos como el suyo son imprescindibles, canciones como “Believe” son demoledoras.

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