Nunca ha tenido un pelo de tonta (¡ha!) y siempre ha sido una especialista en epatar, en romper con las reglas morales no escritas y en levantar la polémica suficiente para que se hable de ella y de su música cada vez que saca un disco. A Sinead O´Connor le encanta meterse con el poder político, social y religioso. Y hace bien, ¡qué narices! Además, como buena irlandesa educada en una sociedad muy represora y algo mojigata, la Iglesia católica siempre ha sido una de sus debilidades y así, el primer single de su último álbum se titulaba “Take Me To Church” y para este nuevo sencillo se viste de sacerdote. Es una chinchona a la que le gusta fastidiar.
Nacida en Dublín el 8 de diciembre de 1966, está por tanto a punto de cumplir 48 años y acaba de publicar el décimo Lp de su carrera, “I´m Not Bossy, I´m The Boss”, un disco que salió al mercado el pasado 28 de agosto. Un título divertido, “No soy mandona, soy la jefa”, para un larga duración que ha supuesto su mayor éxito en los últimos años, tanto de crítica como comercial, alcanzando incluso el Número 1 de las listas de ventas. La prensa especializada inglesa, que en más de una ocasión la ha zurrado de lo lindo, ha calificado el disco de excelente y el Daily Mirror ha llegado a describir a Sinead O´Connor como “la reina celta”.
Tras más de veinticinco años de actividad musical, Sinead parece vivir un momento dulce. Ya con su anterior disco, “How About I Be Me (And You Be You)?”, publicado en 2011, mostraba una clara recuperación después de un periodo bastante anodino. “I´m Not Bossy, I´m The Boss” es la confirmación de ese reencuentro con sus mejores composiciones e incluso con la mejor cantante. En la producción del disco ha estado su ex marido, John Reynolds, y ha contado con algunas interesantes colaboraciones, incluido el ex teclista de Roxy Music, y bastantes cosas más, Brian Eno.
Una nueva etapa en la que encontramos a una Sinead O´Connor con una gran carga emocional, tierna y melódica, apasionada, con una gran diversidad estilística y, sin perder su energía y su capacidad de controversia, más contenida y mesurada. Su voz sigue siendo tan frágil y bella como de costumbre, las letras tan tiernas como rotundas, su personalidad tan atractiva para unos como molesta para otros. “8 Good Reasons“ es su nuevo sencillo y su nuevo videoclip. Una canción bien bonita y dulce. Y ella una chinchona.
Don't know if I should quite sing this song
Don't know if it maybe might be wrong
But then again it maybe might be right
To tell you 'bout the bullet and the red light
You know I'm not from this place
I'm from a different time, different space
And it's real uncomfortable
To be stuck somewhere you just don't belong
But I got 8 good reasons to stick around
8 good reasons, well maybe nine now
I had a dream one night
About a bullet and a red light
You know it felt alright
You know it actually felt quite nice
If I could have gone
Without it hurting anyone
Like a child, I would have found me mum
Like a bird I would have been flown
You know I don't much like life
I don't mind admitting that it ain't right
You know I love to make music
But my head got wrecked by the business
Everybody wanting something from me
They rarely ever wanna just know me
I became the stranger no one sees
Cut glass I've crawled upon my knees
But I got 8 good reasons to stick around
8 good reasons, well maybe nine now
I had a dream one night
About a bullet and a red light
You know it felt alright
You know it actually felt quite nice
But I got 8 good reasons to stick around
8 good reasons, well maybe nine now
8 good reasons to stick around
8 good reasons, well maybe nine now
Well maybe nine now.
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