El principal objetivo del grupo fundador de la empresa automovilística Tesla, fue demostrar que los vehículos eléctricos podrían ser comerciales y desbordar el mercado convencional que implica un gasto asociado en combustible enorme.
La empresa emplea tecnología propia, diseño de categoría mundial y procesos de fabricación con tecnología de vanguardia para crear una nueva generación de automóviles eléctricos capaces. Su modelo de distribución es doble. Por un lado, está basado en las ventas de los productos la compañía (automóviles, cargadores y cables conectores al sistema eléctrico) y por otro lado, dispone de una red de centros de servicio. Este enfoque permite mantener los más altos niveles de la experiencia del cliente, así como reforzar el trato directo con los mismos y beneficiarse de sus comentarios para asegurar que se cubran sus necesidades. Esta infraestructura operativa proporciona una ventaja competitiva en comparación con los fabricantes de automóviles tradicionales.
Su estrategia para introducirse en un mercado tan afianzado como el de la automoción, con un producto tan novedoso como el automóvil eléctrico consistió en asumir que se trataba de un producto de alta tecnología y emplear las mismas tácticas comerciales. Es decir, abordar clientes influyentes, con un estilo de vida de alto standing, y creadores de tendencia a un tiempo. De esta manera, poseer un Tesla Roadster era algo más que tener un deportivo, se trata de un deportivo de alta tecnología.
Actualmente Tesla está tratando de vender 40.000 vehículos eléctricos en todo el mundo en 2014, añadiendo que China, Hong Kong, Japón y Australia a la lista de países en los que exporta coches. [60] Tesla redujo su orientación sobre las ventas hasta 33.000 unidades para 2014 en noviembre 2014.
A pesar de su juventud como empresa, Tesla cuenta con más de 6.000 trabajadores, sus automóviles se venden en 37 países y dispone de más de 125 puntos de venta en todo el mundo.