Emilio Jiménez y Luis Romero, dos grandes creativos publicitarios reunidos por fin al frente de su innovadora y nueva empresa de comunicación, son hoy nuestra bobina a desmadejar. De 34 y 37 años, malagueño y jerezano, Emilio y Luis respectivamente, han creado juntos Tiovivo, un estudio multidisciplinar de publicidad que investiga y produce imparable “ideas felices”, de esas que sólo iluminan a unos pocos.
Emilio se crió en Sevilla y Luis en su ciudad natal, Jerez de la Frontera. Ambos pusieron rumbo a la capital en busca de una oportunidad en las grandes agencias del panorama publicitario. Allí crecieron, aprendieron y aprehendieron grandes experiencias durante 6 años, hasta conocerse y compartir equipo creativo en Sevilla.
Hace casi año y medio crearon juntos Tiovivo, una agencia “boutique” diseñada con esmero y exquisita dedicación por esta pareja de imaginativos y arriesgados currantes.
“Vivimos en un Tiovivo rodeado de pululantes luces multicolores. En ese tiovivo hay un brioso corcel para nuestros pequeños, Bruno por un lado y Mara por otro, para nuestras parejas, para nuestros amigos y familiares.”
Para ellos las marcas son ese “tiovivo” de emociones, igual que sus vidas, son agitadas, inesperadas y versátiles.
Emilio, amante de los frutos secos, la pintura, el trekking y la buena cerveza. Luís, fanático del fútbol, de sus tres amigos de toda la vida y de la playa de Los Alemanes en Zahara de los Atunes. Un par de personajes de esos que marcan, que quedan en la memoria por formar parte del envidiado colectivo de los valientes, de “esos” que le echaron valor para luchar por su sueño, para crear su propio camino. Es por eso que adoran su trabajo y lo viven con pasión. Hablan de su dedicación diaria como de una bendición que les encamina cada mañana hacia una jornada de esfuerzo y adrenalina en partes iguales.
“Emilio llega en su Suzuki Van Van, Luis en su bici plegable Dahon Speed 7. Subimos a las estrellas, ponemos música celestial y aprendemos a desaprender: Redactamos un guión de dibujos animados para una marca de arroz, elegimos una tipografía con serigrafía para un logo, pensamos un concepto de cara a vender una promoción de casas, buscamos una proposición de venta potente para un Software o grabamos una cuña de radio con el Doctor Gregory House…”
Adoran la tele, los anuncios, las cuñas de radio, el diseño gráfico y las marcas, las marcas definitivamente son su leit motiv, su gran amor, que les mantiene despiertos, buscando permanentemente ese concepto que hará que todos necesitemos como el aire para respirar, ese producto o esa firma.
Siguen de cerca cualquier nuevo anuncio que aparezca, los festivales publicitarios, los títulos de crédito, las bandas sonoras y sus películas, la literatura, la Nouvelle Vague's, PhotoEspaña, y repasan y rememoran permanentemente grandes hitos de la música clásica, a Nick knight, a Jim Goldberg, a Edwin Olaf, a Man Ray, a Ernesto Bazán , a Cabral, a Prologue, a Avedon, a Mucha, a Juanjo Sáez, a Herb Lubalin, a Bécquer, a Stendhal, a Lewis Carrol, a Mario Benedetti, a Hemingway, a Henry James, a Defoe, a Stevenson… Vamos, que por falta de inspiraciones no será…
“El proceso es siempre el mismo proceso diferente. Un día eres un arroz integral, otro una bebida energética, al siguiente el Gandhi de la igualdad de género. A veces también eres un software ERP. El camino es afilar el hacha durante muchas horas y luego, cortar el árbol.”
Les planteamos elegir “un anuncio entre los anuncios”, un referente en el horizonte de la creatividad publicitaria y no se acobardan, dan un paso adelante. Luís elige un spot de Bil Bernbach, que planteaba una cuestión ¿Cómo sube el hombre del quitanieves hasta la cima de la montaña para coger el quitanieves y empezar su trabajo? La respuesta era el indestructible escarabajo de Volkswagen. Emilio no se decanta especialmente por ninguno y por el contrario aprovecha para plantear su estupor ante el hecho de que alguien haya vendido campañas como la de “La llama que llama” de Águila o “Currito dale al botoncito” de Toldos Quitasol.
Como muchos de los grandes proyectos que nacen en estos días inciertos, pudieron inaugurar su empresa gracias a sus respectivas prestaciones de desempleo, pusieron toda la carne en el asador y ni cortos ni perezosos, se lanzaron a los días eternos, las noches sin dormir y la dedicación absoluta, como unos padres recién estrenados en las artes de la paternidad. Llegaron tiempos de puerta fría, agenda, e interminables horas de anotaciones, apuntes y cuentas. Ahora, pueden decir con orgullo, y no es para menos, que cliente que prueba con ellos, cliente que fidelizan al 100%.
“La buena publicidad acelera el fracaso de un mal producto. Sé responsable, sé honesto, ten principios.”
Andaluces indomesticables, ambos llevan desde que nacieron encima de la cabeza esa bombillita encendida que les acompaña día y noche. Tocados con el don de las ideas, trabajan sin cesar por darle color y calidad al mundo de las marcas y a su imagen frente al gran público. Cuentan historias, dan mensajes y buscan mover las conciencias a través de sus logotipos y eslóganes, todo ello, vendiendo emociones y pensamientos de primera.
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