Desde Barcelona nos llegan las ilustraciones de una joven artista que con un pie siempre en la literatura y en la belleza natural, descubre realidades nuevas y antiguos secretos en cada uno de sus dibujos.
Licenciada en Bellas Artes por la Universidad Politécnica de Valencia, continuó su formación en la NYU de Nueva York, en la UPC de Santiago de Chile y en Dedalo Arte, Italia. Cambió, en este internacional camino, técnicas como el aceite, la xilografía, la litografía y la serigrafía, por otras como el bolígrafo, la acuarela o la tinta china. Buscaba resultados que llegaran antes y aceleraran un caudal de creación irrefrenable. México, Hong Kong o París son los lugares que más aclaman y compran -que es importante, ya que nuestros talents y artistas siguen necesitando alimentarse al menos dos veces al día- sus obras. Envío va y envío viene trabaja sola, en su estudio, rodeada de papeles y de un profundo olor a tinta.
“Mi día a día es muy caótico y muy intenso. Llevo varios proyectos al mismo tiempo y suelo alternarlos con reuniones y con innumerables visitas a la imprenta y a las tiendas con las que trabajo. Me llena muchísimo ese caos lleno de papeles, mails, pinturas y olor a tinta.”
Llega a la ilustración de casualidad, por azar y fortuna. Le gusta de ella la inmediatez, la facilidad de apoyar el pincel sobre el papel y la falta de barreras que propone. Es su vía de escape, su medio de comunicación, sus gritos, sus penas y sus fantasías. Su forma de sentir y demostrar que está viva.
El deseo de pintar, de dibujar, de darle color y forma a lo que sus ojos observaban del mundo, llega de la mano de su padre y de su abuela, ambos amantes de la artesanía y de las artes más puras y esenciales.
"Para mí lo más importante es que el espectador se permita parar un momento, que se tome su tiempo para observar una sola imagen y para sacar sus conclusiones en un contexto en el que constantemente estamos siendo bombardeados por miles de ellas y en el que la mayoría de gente tiene menos tiempo del que querría para pensar”.
Grandes pinceles como Chamo San, Amaia Arrazola, Conrad Roset, Aleix Gordo y Lyona han sido en varias ocasiones compañeros de lienzo o de proyecto. Coca- Cola, Nike y la cursa de Bombers de Barcelona, la Editorial Gustavo Gili en la semana de la moda, o la escritora Estel Solé no han dudado en contar con ella para dar imágenes y lenguaje a sus propuestas. Y es que Bonet tiene ojo, tiene línea y color entre los dedos y enamora con su delicadeza y potencia.
En la recamara de planes de futuro cuenta con tres libros que ya han entrado en el horno de tres editoriales a las que , desde hace años, sigue y admira. Además, planea sobre sus pensamientos la realización un cortometraje animado y un deslumbrante y sensorial viaje a Islandia.
“Estoy aprendiendo a respetar los tiempos, a ser paciente, a saber disfrutar de las carreras de fondo y a no pensar en la meta, a imaginarla muy muy lejos”.
Lloró entusiasmada como una niña frente al Palazzo della Signoria y no olvida esos cuatro meses que pasó en Santiago de Chile. Soñadora, serena y tenaz, detrás de sus ilustraciones hay un corazón que sujeta firme el pincel o el lápiz, dejando a un lado el mundanal ruido, Bonet conoce el camino, no se compara con nadie; sabe que su palabra estará siempre dibujada sobre un papel que deja de ser blanco.
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