No es un joven emergente, ni acaba de llegar del extranjero, ni va a abrir un negocio en los próximos tiempos; tampoco pretende romper moldes ni esquemas, eso sí, sin duda alguna, su talento merece mención y elogio. Hipólito García, es empuje, aliento y voz de la nueva poesía, y para sostener tan valiosos títulos, desde hace ya casi una década, dedica su cuerpo, su alma y todo lo que tenga a mano.
He aquí nuestro particular homenaje a este inmenso autor, poeta, gestor cultural, pintor, creativo y superviviente. Bolo, tiene a sus espaldas la creación, gestión, producción y divulgación de más de 300 recitales y eventos, en los que, haciendo gala de su humildad y entrega, decide no mostrar su afilada inspiración o su arte en la palabra, más bien prefiere echar la alfombra roja y encender micros, para dar a conocer vida y obra de incontables poetas y escritores.
Se entiende por tanto, que aún le queda esperanza en este golpeado mundo, y que observa, que de existir luz al final del túnel, ésta habrá de encontrase inequívocamente, en la poesía.
Nació un bisiesto 1956, año en que Marilyn Monroe se casa con Arthur Miller, España entra en la ONU, Fidel Castro en Cuba, se inaugura el primer Festival de Eurovisión y otorgan con el Nobel de Literatura a Juan Ramón Jiménez. En este mismo año nace Lars von Trier, Ana Rosa Quintana, Zimmerman y David Copperfield; todo un caudal de presagios que venían a augurar la llegada de algo, cuanto menos importante.(Y llegó)
Es tranquilo, tierno y dueño de un carácter digno de su rotundo semblante.
La música le cautivó desde niño y se convirtió en su profesión a los 17 años. Ha sido letrista de diversos músicos, dj, manager y promotor en sellos discográficos: estratosféricos, internacionales, locales y también, por qué no, de andar por casa. Lo tiene claro, si hay pasión de por medio, no hay que hacer ascos a nada.
Dueño y señor de las calles de Lavapiés, lleva más de diez años paseando, día y noche por Madrid. En este tiempo ha publicado "Ese montón de dudas llamado chatarra" (Ediciones Amargord, 2006), "Trampoliín Etcétera" de la mano de Alfonso López y Sergio Cruz Placer (Editorial, poesía eres tú, 2009). Y en los últimos tiempos "El sofá de los Valientes".
Su nuevo proyecto lleva el sello de la casa, camisetas coloridas que gritan sus mejores versos.
Una semana más, dejamos testimonio de la valentía de un creador. El bien pulido y lustroso bagaje de este infatigable juglar bilbaino, no hace más que dar paso a un brillante, y seguro, caótico futuro; en el que indudablemente seguirá luchando por dar camino a más y mejores escritores; todos ellos tocados, como el gran Bolo, por la gracia de algún dios. Que así sea.