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Daniel Suñé. El poder de un rostro

Su rostro es casi fetiche para una nueva generación de fotógrafos españoles...

El hombre español gana terreno en el mundo de la moda. La imagen de nuestros modelos compite con los “skiny boys” en las grandes campañas internacionales que apuestan cada vez más por la belleza racial. Los grandes fotógrafos sucumben ante el arquetipo torero de Cayetano Rivera y José Mari Manzanares y, como no, ante el apoteosis de Kortajarena y Velencoso que han contribuido a la proyección del “estilo made in Spain”.

En esa exportación de rostros encontramos otro hombre que confirma su trayectoria fuera de nuestras fronteras. Daniel Suñé, de padre catalán y madre holandesa, ha forjado su carrera en Milán, París, Alemania, Dinamarca o Bélgica, protagonizando campañas para marcas como Uno de 50, Dockers, Oger, o Cavalli. Su mirada de un azul penetrante y rasgos potentes hacen de él una apuesta segura entre los llamados a seguir el legado del hombre español en la moda internacional. Y por ello su presencia es cada vez más notoria en editoriales para nuestros magazines de moda junto a Eugenia Silva, Nati Abascal o Malena Costa.

Su rostro es casi fetiche para una nueva generación de fotógrafos españoles como Sergi Pont, Alejandro Brito, Ferrater Studio o Rubén Suárez. Y esa esencialidad rotunda de su imagen es la protagonista de la sesión PURE de la fotógrafa francesa Alice Jacquemin en la que Suñé muestra la belleza desnuda de su rostro implacable. Puro, natural, masculino sin aditivos: así se presenta el catalán ante el objetivo que delimita de manera casi escultórica cada uno de sus rasgos, sin más sutilezas que la fuerza del blanco y negro. En esta galería de retratos podemos constatar la fuerza expresiva de Suñé llamado a perpetuar la leyenda romántica de la seducción de latina. Una vez más, la máxima racionalista de “menos es más” es la más efectiva para confirmar una tesis en el “hipermundo” barroco de la moda.