Con sólo 6 años decidió que su pasión era el tenis, y desde entonces ha dedicado su vida a este deporte. Ahora, después de haber alcanzado los mayores éxitos en el ATP World Tour y tras apenas un año desde que anunció su retiro del circuito, disfruta la vida a través de los ojos de su hija, del apoyo de su mujer –no concibe a una sin la otra- con su escuela de tenis y de pequeños, domésticos y extraordinarios placeres que no duda en confesar.
Un sueño
La felicidad, que, en éste caso es ser un buen padre de familia y ver crecer a todos mis hijos sanos y salvos
Un sabor
La Trufa. Me encanta un buen plato de pasta con éste manjar. Y como creo que el olor y el sabor van muy unidos, si hablamos de un olor elegiría también el de la trufa.
Un placer
Estar en casa sin nada que hacer con mi mujer y mi hija, Carla, mi debilidad, tumbados en el sofá los tres viendo una película.
Un viaje
Uno que nunca he hecho pero que me encantaría, sería cruzar Estados Unidos de costa a costa en varias caravanas con mis amigos y sus familias. Iríamos a un montón de parques con las bicis, montaríamos en canoa, haríamos mil excursiones…
Un capricho
La Sd Tennis Academy. Era algo que me apetecía montar desde hace años pero que por diferentes compromisos y al estar inmerso en mi carrera tenística no había podido hacer hasta ahora.
Un recuerdo
Cuando era pequeño, y me iba con mis padres y mis hermanos a pescar. Yo tendría 6 o 7 años… era fantástico
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Carlos Moyà acaba de inaugurar junto a Roberto Carretero y Jacobo Díaz La Sd Tennis Academy. La academia más puntera del tenis español está ubicada en el Santo Domingo Club Social al norte de Madrid.