Su nombre completo es Beatriz Serrano Valentín-Pastrana, pero todo el mundo la identifica como Beatriz Pastrana porque ese era el apellido de su madre; una empresaria muy reconocida en el mundo de las ventas y por la que todavía le preguntan hoy en día. “Mi madre fue mi maestra”, reconoce con un tono de admiración evidente en su voz.
En cuanto cumplió los 18 años, Beatriz ya tenía claro lo que quería hacer en su vida; quería dedicarse a vender, labrarse una carrera como empresaria. “Me encanta el mundo de las ventas porque en él hay mucho de inteligencia emocional, hay que ponerle mucha pasión, mucha comunicación y sobre todo, mucha empatía”, explica.
Así, nada más terminar sus estudios empezó en el mundo editorial como responsable de publicidad en revistas especializadas (arte, náutica, viajes, etc.) dirigidas a un público objetivo de un alto nivel adquisitivo. Allí empezó a conocer los secretos de la venta de publicidad y estableció sus primeros contactos con anunciantes de las mejores marcas de lujo de artículos tan diferentes como relojes, coches, bebidas, productos cosméticos, etc.
Su habilidad y su buena disposición lograron que Beatriz fuera consiguiendo poco a poco adueñarse del terreno que pisaba y en cuanto percibió que tenía dominada la materia decidió dar el salto hacia un nuevo reto: adentrarse en el mundo del vino, un área hasta entonces desconocida para ella. Y con un handicap añadido: Beatriz Pastrana es abstemia.
Pero ella convirtió en virtud lo que podría haber sido un defecto y rápidamente se empapó de los conocimientos provenientes de la cultura del vino. Sus mejores fuentes fueron sus clientes, que siempre le decían qué vino era el mejor y cuáles eran sus cualidades. Y ella, con sagacidad y astucia, tomaba nota mental de todos los comentarios y de esa forma fue haciéndose una experta en temas vinícolas sin haber probado nunca una gota de alcohol.
De esta forma trabajó en los departamentos comerciales de las mejores bodegas de Rioja y Ribera del Duero (como por ejemplo: Hacienda Monasterio y Pingus). Y transcurridos doce años de su aventura por bodegas y viñedos decidió empezar otra vez desde cero y abrir una nueva etapa como responsable de ventas en una compañía de hoteles, Wine&Hotels. Como explica ella, “pasé de vender páginas de publicidad a vender botellas de vino y de ahí a la venta de salones y habitaciones para eventos de empresa”.
Fue entonces, tras pasar ocho años en el mundo de los eventos de empresa, cuando Beatriz Pastrana comenzó a dar forma a una idea que tenía en la cabeza y así surgió, en enero de 2014 (hace menos de un año), Events of Excellence, su propia compañía. En ella Beatriz gestiona espacios y fincas situados en Madrid y fuera de la capital, en los que organiza eventos exclusivos, presentaciones, reuniones, kick off, ruedas de prensa, team building, etc.
Lo que ha conseguido Beatriz a través de Events of Excellence es reunir toda la experiencia acumulada a lo largo de los años y no sólo saber lo que quiere el cliente, sino como dice ella “saber lo que espera y adelantarse a ellos”. Su empresa ofrece lugares exclusivos y únicos. Como ella misma señala: “Se trata de ofrecer la experiencia de un hotel de cinco estrellas pero aportando un plus de exclusividad que no otorgan los hoteles”.
Todas estas características y su trayectoria profesional hacen de Beatriz Pastrana una empresaria excepcional, que siempre pide a sus clientes que le exijan un poco más, porque siendo perfeccionista como es ella, siempre anda “en busca de la excelencia”.