Con tan sólo 5 años, el pequeño Mozart ya mostraba un dominio prodigioso del violín y el teclado, e incluso ya había compuesto sus primeras obras musicales, por lo que su Leopold, su padre, también compositor, consciente de la precoz habilidad de su hijo y de su interés natural por la música, abandonó la mayoría de sus tareas profesionales para dedicarse exclusivamente a la formación musical de Wolfgang y su hermana. Durante toda su vida Mozart odió tocar el violín, el instrumento que dominaba su padre. Si hubieses querido, habrías llegado a ser el mejor violinista de Europa, le recriminaría el pobre Leopold más tarde, para sorpresa de todos nosotros.
Su adolescencia y la mayor parte de la vida adulta la dedicó a componer, si bien las continuas dificultades económicas a las que estuvo expuesto por encontrarse bajo el mecenazgo del Arzobispo de Salzburgo que le mal pagaba su trabajo, le obligaron a simultanear su don para crear música con trabajos esporádicos como intérprete y profesor. Hasta que el regente de Baviera Carl Theodor y el emperador del Sacro Imperio, José II de Habsburgo, le ofrecieron un trabajo estable como compositor.
Su extensa producción incluye casi todos los géneros y en cualquiera de ellos podemos encontrar obras maestras de la música de todos los tiempos que nos hacen recordar la apasionada opinión de Goethe al referirse al compositor, ¿Cómo, si no, podría manifestarse la Divinidad, a no ser por la evidencia de los milagros que se producen en algunos hombres, que no hacen sino asombrarnos y desconcertarnos?.
Algunas de sus frases célebres
- 1
"No me interesa la alabanza o crítica, me basta con seguir mis propios sentimientos."
- 2
"En una ópera, la poesía por fuerza ha de ser hija obediente de la música."
- 3
"Lo más necesario, difícil y principal en la música, es el tiempo."
- 4
"Es un error pensar que la práctica de mi arte se ha vuelto fácil para mí. Le aseguro, querido amigo, nadie estudia tanto como yo."
- 5
"Si el emperador me quiere, que me pague, pues sólo el honor de estar con él no me alcanza."
- 6
"Dadme el mejor piano de Europa, pero con un auditorio que no quiere o no siente conmigo lo que ejecuto, y perderé todo el gusto por la ejecución."
- 7
"Exactamente no hay más que las necesarias."
En respuesta al Emperador que repuso que encontraba demasiadas notas en una partitura.