Con ocho años Wislawa Szymbosrka se trasladó con su familia a Cracovia, ciudad a la que siempre permaneció ligada. Durante la Segunda Guerra Mundial, finalizó sus estudios secundarios en lo que se llamó Educación subterránea, una forma de educación que adoptó Polonia para contrarrestar la amenaza alemana y soviética de erradicar la cultura polaca.
Después de concluir la secundaria trabajó en los ferrocarriles y, más tarde, ingresó en la Universidad Jagellónica para estudiar Lengua y Literatura y Sociología, aunque no las terminaría por problemas económicos. En estos años de universidad comenzó a publicar sus poesías en periódicos y revistas. En 1945 publicó su primer libro, Busco la palabra, aunque el reconocimiento literario le llegaría en 1952, con su poemario Por eso vivimos, y dos años después con Preguntas planteadas a una misma.
Admiraba profundamente al poeta ruso Vladimir Maiakovski, por lo que sus poemas seguían la línea historicista propia del realismo socialista imperante en ese momento y la del rechazo a la ocupación nazi. A partir de 1956, el sentimiento nacionalista resurge en los países del bloque soviético, y nace un movimiento político apoyado por muchos intelectuales que buscan una vía para condenar y superar el periodo stalinista. En esta línea Szymborska escribe Llamada a Yeti, un ajuste de cuentas con su propio dogmatismo.
En 1962 publicó Sal, libro escrito con un fino humor en el que se plantea la vida como parte de todo un proceso universal. Más tarde llegarían Cien consuelos, Gran número, Gente en el puente y Fin y principio, en los que opta por una reflexión personal, intimista, irónico y existencialista.
Celosa guardiana de su vida, no le gustaba mostrar sus sentimientos personales y nunca hablaba mucho de sí misma, de sus poemas, ni de los temas que se repetían en su obra, el tiempo, la niñez, la memoria, la época que le tocó vivir, las emociones, los detalles... al estilo de Antonio Machado la obra de Wislawa Szymborska está impregnada de duda metódica y claras intenciones éticas, y como él, se sirve de versos cortos y estrofas clásicas para conseguir poemas de gran hondura y fuerza. La obra de esta fumadora empedernida no es muy amplia, pero su equilibrado conjunto la hizo merecedora de recibir el Premio Nobel de Literatura en 1996.
Algunas de sus frases célebres
- 1
"Las cosas que no se saben son las que convierten la vida en algo fascinante."
- 2
"El mundo es cruel, pero merece también otros calificativos más compasivos."
- 3
"La sorpresa es una categoría importante en la vida."
- 4
"Conozco pintores que pueden trabajar mientras llevan una conversación. En poesía eso es imposible."
- 5
"¿Cómo vivir? me preguntó alguien en una carta, yo le iba a preguntar lo mismo."
- 6
"Temo que el Nobel me impida escribir."
- 7
"Al elegir, rechazo. No existe otro método."
- 8
"Todo es mío y nada me pertenece, nada pertenece a la memoria, todo es mío mientras lo contemplo."
- 9
"Al Partido le debo el pleno conocimiento de la verdad… Sólo pido morir siendo comunista."