Efemérides

Voltaire, encarnación radical del pensamiento rebelde de la Ilustración

Nació en París el 21 de noviembre de 1694 como François-Marie Arouet, pero ha pasado a la historia como Voltaire.

Nació como François-Marie Arouet pero ha pasado a la historia como Voltaire, un apodo que cuyo origen es un tanto enigmático y para el que se ofrecen conjeturas e hipótesis de lo más variopinto, desde el nombre de una vieja propiedad familiar, hasta la abreviatura de su apodo escolar, le volontaire -el voluntarioso-, o de un anagrama formado por las letras que integran la frase Arouet le jeune. Sea como fuera, fue y es uno de los intelectuales más representativos y relevantes de Francia y del mundo.

Aventurero en los asuntos amatorios y suelto con la pluma, la vida de Voltaire fue un continuo combate. Primero contra su padre, que lo quería jurista; después contra un sinnúmero de enemigos contra los que volcó con entusiasmo y vehemencia toda su sátira y su desprecio.

Dio dos veces con sus huesos en la Bastilla, la primera a los 22 años, y tras su segunda estancia, se ganó un destierro inglés que le valió el contacto con el empirismo de Locke, la física de Newton, la literatura de Swift y Pope y un montón de procesos revolucionarios que se vivían al otro lado del Canal de la Mancha. Defensor de la tolerancia y la libertad, no alcanzó a entenderse con Montesquieu ni Rousseau, otros dos exponentes, junto a él, de la Ilustración.

Voltaire, como ningún otro filósofo de la Ilustración, preludia con su obra la ideología y los hechos que más tarde acabarían con el Antiguo Régimen, con la indolente aristocracia monárquica y con el clero y sus canonjías que comandaban una inamovible dictadura espiritual de la Iglesia sobre el hombre. La corrupción feudal era el sostén de Francia y de toda la Europa en el siglo XVIII, y ahora comenzaba a derrumbarse con Voltaire como dinamitero.

Posiblemente no haya habido en el mundo contemporáneo hombre más censurado, difamado, condenado y maldecido que Voltaire. Quienes se han propuesto históricamente reivindicar su nombre han tenido que enfrentarse a los muchos enemigos que provocara la Ilustración, su ingenio, su atrevimiento, su irreverencia y su sarcasmo. Los temibles enemigos que ayer lo recluían en la Bastilla, ordenaban su exilio y la quema de sus libros y que hoy pretenden condenarlo al imposible destierro del olvido.

A pesar de que nadie ignora su faceta cínica y antirreligiosa, pocos saben que, al final de su existencia volvió al seno de la Iglesia católica a la que en vida tanto había combatido. Nadie mejor que él mismo, a través de algunas de sus sentencias recogidas a continuación, para exponer su pensamiento.

Algunas de sus frases célebres

  • 1

    "El orgullo de los mediocres consiste en hablar siempre de sí mismos; el orgullo de los grandes hombres es de no hablar nunca de ellos."

  • 2

    "Pensad por cuenta propia y dejad que los demás disfruten el derecho a hacer lo mismo."

  • 3

    "He decidido hacer lo que me gusta porque es bueno para la salud."

  • 4

    "No comparto lo que dices, pero defenderé hasta la muerte tu derecho a decirlo."

  • 5

    "Decimos una necedad y, a fuerza de repetirla, acabamos creyéndola."

  • 6

    "No ser bueno más que para sí es no ser bueno para nada."

  • 7

    "Quienes creen que el dinero lo hace todo terminan haciendo todo por dinero."

  • 8

    "El agravio es la razón de los que no tienen razón."

  • 9

    "La civilización no suprime la barbarie; la perfecciona."

  • 10

    "Cuando el fanatismo ha gangrenado el cerebro, la enfermedad es casi incurable."

  • 11

    "Las lágrimas son el lenguaje silencioso del dolor."

  • 12

    "La providencia nos ha dado el sueño y la esperanza como compensación a los cuidados de la vida."

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