Nacido en la ciudad italiana de Sora, en la provincia de Frosinone, el 7 de julio de 1901, Vittorio de Sica creció en Nápoles en una familia pobre. Comenzó a trabajar muy joven, haciendo su debut en el teatro a los 16 años. En 1923 ingresó en la compañía teatral de Tatiana Pavlova. En pocos años se convirtió en la estrella de la matiné y en 1932 logró su primer éxito cinematográfico, interpretando a Bruno en la película de Mario Camerini, Qué sinvergüenzas son los hombres!. En 1933, fundó una compañía de teatro con su esposa Giuditta Rissone y Sergio Tofano con la que adquiriría un gran prestigio sobre los escenarios, que no abandonaría a lo largo de su vida, llegando a interpretar unos 150 montajes de obras teatrales y revistas además de películas.
Durante la guerra, para el rodaje de un documental, De Sica dio trabajo como extras a alrededor de trescientos judíos y otros amenazados por el nazismo. Para evitar su deportación, prolongó lo más que pudo la finalización de la película, permitiendo así que pudieran eludir el cerco nazi-fascista hasta la llegada de los aliados el 5 de junio de 1944. Dice que el plan estuvo supervisado por el propio papa Pío XII. También por la misma época declinó el ofrecimiento de Goebbels, ministro de propaganda nazi, para convertirse en el eje del nuevo cine fascista italiano. Comienza a dirigir películas en colaboración con Cesare Zavattini.
Después de la guerra, de la imaginación de ambos nacen El limpiabotas (1946) y El ladrón de bicicletas (1948), dos joyas del neorrealismo italiano con las que ganó dos Oscar. Tras el fracaso económico de su cinta Umberto D, De Sica decide maquillar su cine realizando concesiones comerciales en las que pudiera colar sus inquietudes sociales. Así dirige Estación Termini y Adiós a las armas.
Algunas de sus frases célebres
- 1
"La televisión es el único somnífero que se toma por los ojos."
- 2
"El neorrealismo no se creó en torno a una mesa o en medio de una discusión. Nació en nosotros, en nuestro ánimo, en la necesidad de expresarnos de forma diversa a como nos habían obligado Mussolini y un cierto tipo de cine americano."
- 3
"La indignación moral es, en la mayoría de los casos, un dos por ciento de moral, un cuarenta y ocho por ciento, indignación, y un cincuenta por ciento, envidia."
- 4
"La Biblia enseña a amar a nuestros enemigos como si fueran nuestros amigos, posiblemente porque son los mismos."
- 5
"Vamos hacia los quinientos canales de televisión, y ¿para qué sirven?: para que la gente no cuestione el poder."
- 6
"Un director de cine debe interpretar el momento en el que vive y representar la realidad actual."
- 7
"Tuve una infancia muy poco feliz. Creo que comprendí lo que era el sufrimiento humano y durante toda mi vida he intentado retratarlo y salir en defensa de la humanidad que sufre."
- 8
"Un director de cine puede ser mejor o peor, pero lo importante es ser honrado."