Efemérides

Umberto Eco, el último intelectual del Renacimiento

El crítico, semiólogo y novelista italiano Umberto Eco nació en Alessandria el 5 de enero de 1932.

Fue uno de los trece hijos de Giulio y Giovanna, un matrimonio de comerciantes que se vio obligado a trasladarse a un pequeño pueblo de montaña piamontés, Alessandria. Su apellido, Eco, es un acrónimo de ex caelis oblatus -en latín, un regalo de los cielos, que le fue dado a su abuelo, un expósito, por un funcionario de la ciudad.

Su padre quería convertirlo en abogado, pero entró en la Universidad de Turín para estudiar filosofía y literatura medieval. Se doctoró con la tesis, El Problema Estético de Santo Tomás, sobre Tomás de Aquino. Según dijo entonces, Tomás de Aquino tuvo mucho que ver con dejar de creer en Dios y su abandono de la Iglesia católica.

Después trabajó como editor cultural para la RAI, como profesor agregado de Estética y profesor de Comunicación visual en Florencia, formó parte de Gruppo 63, junto a artistas, pintores, músicos y escritores, con los que había hecho amistad en la RAI, dio clases en la Universidad Politécnica de Milán y pasó a ser catedrático de Filosofía en Bolonia, ciudad en la que puso en marcha la conocida Superescuela, la Escuela Superior de Estudios Humanísticos que tiene por objetivo difundir la cultura entre licenciados con un alto nivel de conocimientos.

Durante todo este tiempo, Eco ha sido una presencia constante de la vida cultural italiana. Su obra trasciende además al ámbito mundial por la lucidez de su pensamiento crítico y el legado que le deja a la cultura occidental. Su primer trabajo de semiótica -ciencia de la que fue clave para que fuese tratada como tal- fue La Estructura Ausente, que precedió a su libro más completo sobre el tema, Tratado de Semiótica General. Al mismo tiempo que sus trabajos teóricos sobre el análisis de los signos y los significados, Eco se hizo popular con cientos de artículos periodísticos y dos novelas, El nombre de la rosa – de la que vendió 30 millones de ejemplares y fue adaptada al cine por el director francés Jean-Jacques Annaud, con Sean Connery como protagonista- y El péndulo de Foucault.

Doctor honoris causa por 25 universidades de todo el mundo, entre ellas, la Complutense de Madrid (1990), la de Tel Aviv (1994), la de Atenas (1995), la de Varsovia (1996), la de Castilla-La Mancha (1997) y la Universidad Libre de Berlín (1998). Posee numerosos premios y condecoraciones, como la Legión de Honor de Francia y el Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades en el año 2000.

Algunas de sus frases célebres

  • Imagen: La cultura no está en crisis; es crisis.
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    "La cultura no está en crisis; es crisis."

  • Imagen: Internet es una cosa y su contraria. Podría remediar la soledad de muchos, pero resulta que la ha multiplicado.
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    "Internet es una cosa y su contraria. Podría remediar la soledad de muchos, pero resulta que la ha multiplicado."

  • Imagen: El diablo no es el príncipe de la materia, el diablo es la arrogancia del espíritu, la fe sin sonrisa, la verdad jamás tocada por la duda.
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    "El diablo no es el príncipe de la materia, el diablo es la arrogancia del espíritu, la fe sin sonrisa, la verdad jamás tocada por la duda."

  • Imagen: El mundo está lleno de libros preciosos que nadie lee.
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    "El mundo está lleno de libros preciosos que nadie lee."

  • Imagen: Se escribe para la eternidad, no para pasado mañana.
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    "Se escribe para la eternidad, no para pasado mañana."

  • Imagen: Estoy convencido de que el papa Francisco está representando un hecho absolutamente nuevo en la historia de la Iglesia y, quizás, en la historia del mundo.
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    "Estoy convencido de que el papa Francisco está representando un hecho absolutamente nuevo en la historia de la Iglesia y, quizás, en la historia del mundo."

  • Imagen: Tengo 82 años y quisiera llegar a 100. Por eso trato de no hacer viajes largos.
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    "Tengo 82 años y quisiera llegar a 100. Por eso trato de no hacer viajes largos."