Gonzalo Torrente Ballester vivió entre la casa de sus abuelos en esa localidad y la de sus padres porque su padre, al ser militar, pasaba largas temporadas fuera de casa; sus primeros años de estudio los cursó en el colegio Tirso de Molina y el bachillerato lo hizo por libre examinándose en A Coruña.
A su terrible miopía le debemos, probablemente, haber llegado a tener en él a uno de los literatos más importantes de la historia en lengua española porque fue precisamente este problema en la vista el que le impidió seguir los pasos de su padre. Cambió la carrera militar por el Derecho primero y las Letras y la Historia después.
Vivió un tiempo en Oviedo y allí comenzó a participar en tertulias literarias y a publicar sus primeros escritos, fue dramaturgo y novelista, periodista, profesor y un hombre leído y de gran cultura; viajó a Francia y también a Estados Unidos, estudió en las universidades de Oviedo y Santiago de Compostela, estaba en La Sorbone, en París, preparando su tesis cuando estalló la Guerra Civil. Cuentan las crónicas de la época que lo que su padre le dijo a su regreso de París fue '¿acaso no sabes que casi todos tus amigos han sido fusilados?', siguiendo el consejo de un cura amigo de la familia se afilió al partido falangista.
Se casó dos veces y tuvo 11 hijos, 4 de su primer matrimonio y 7 del segundo; fue secretario del Partido Galleguista y llegó a visitar Cuba, ya en los 90, para inaugurar la cátedra de cultura gallega, allí se reunió con Fidel Castro. Además de en Ferrol, Oviedo y Santiago, vivió una temporada en Bueu (Pontevedra) y también en Madrid, en Nueva York -ciudad a la que se trasladó con sus hijos pequeños y su esposa a principios de los 60 como profesor de literatura española en la universidad- y Salamanca.
No titulamos esta efemérides refiriéndonos a Torrente Ballester como un hombre entre los gozos y las sombras sólo como guiño a su célebre trilogía sino también porque su vida fue un transitar entre ideas propias que no siempre tenía en el mundo el reflejo que esperaba, de ahí que sepamos de él que se afilió al partido falangista y que también formó parte del partido galleguista o que firmó un manifiesto en favor de los mineros asturianos en huelga a principios de los 60, que le costaría la pérdida de su plaza de profesor.
En 1975 comienza a dar clases en un instituto de Salamanca, no sólo se jubilaría en esa plaza sino que ya no volvería a cambiar de residencia hasta el fin de sus días. Contaba 88 años cuando puso punto y final a una vida plena e intensa, llena de letras, de gozos y de sombras. Sus restos fueron trasladados a su localidad natal, El Ferrol.
Miembro de la Real Academia Española de la Lengua, Premio Cervantes, Nacional de Literatura y Príncipe de Asturias de las Letras es, sin lugar a dudas, uno de los escritores más importantes de la literatura española y universal.
Algunas de sus frases célebres
- 1
"La peor soledad que hay es el darse cuenta de que la gente es idiota."
- 2
"La enseñanza se ha puesto muy complicada, y uno ya no sabía ni qué enseñar, ni cómo enseñar, ni a quién enseñar."
- 3
"No puedo desear que ganen los buenos, ya que ignoro quiénes son."
- 4
"La conducta humana no revela la verdad porque el hombre es un animal que miente."
- 5
"La historia no se hace con documentaciones sino con fantasía al servicio de la política."
- 6
"La imaginación y el pensamiento no se encierran ni se encadenan."
- 7
"Nunca entenderé por qué un hombre quiere mandar sobre otro."
- 8
"Cuando hay dinero de por medio es muy difícil la libertad."
- 9
"Ni el pasado existe ni el futuro. Todo es presente."
