Salvador Felipe Jacinto Dalí Domènech nació en Figueres el 11 de mayo de 1904, hijo de Salvador Dalí Cusí, abogado y notario y de Felipa Domènech. Fue llamado como su hermano mayor quien había muerto casi un año antes del nacimiento de nuestro protagonista, lo que le marcó durante toda la vida. Por el mismo motivo, Salvador fue un niño muy mimado y sobreprotegido por su familia.
Su madre le influyó y estimuló sus habilidades artísticas desde pequeño. Su estancia durante una convalecencia con la familia del pintor Ramón Pichot, le descubrió tempranamente las maravillas del impresionismo. En 1919 abandona Cataluña y se traslada a Madrid donde ingresa en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, donde descubre el cubismo y el dadaísmo, y de donde fue expulsado por excéntrico y subversivo.
En 1926, llegó a Paris primera vez, donde colabora con Pablo Picasso. Después también conocería a Stefan Zweig, Sigmund Freud, Luis Buñuel y Federico García Lorca, con el que mantuvo una estrecha amistad. Desde 1929, Elena Dimitrievna Diakonova, más conocida como Gala, compañera del poeta surrealista Paul Eluard, se convirtió para Dalí en amante, amiga, musa y modelo.
Experto dibujante, Dalí es uno de los máximos representantes del surrealismo, conocido por ser sus impactantes y oníricas imágenes y por la habilidad de forjar un marcado estilo personal y ecléctico del que no escapaba ni lo que decía. Pintó alrededor de 1500 cuadros, hizo muchos dibujos, esculturas, ilustraciones y escenografías.
Con Buñuel creó la película surrealista más famosa del mundo, Un perro andaluz. Fue un publicista genial, un provocador, uno de los artistas más admirados y populares de la historia. Sus obras de arte despiertan la curiosidad de miles de personas porque en ellas mostró todas sus obsesiones, el sexo, la muerte, el amor, el erotismo, las pesadillas y el paso del tiempo. Aunque, para muchos, su vida fue su mejor creación.
Algunas de sus frases célebres
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"El primer hombre en comparar las mejillas de una joven a una rosa fue obviamente un poeta, el primero de repetirlo fue posiblemente un idiota."
- 2
"El que quiere interesar a los demás tiene que provocarlos."
- 3
"A los tres años quería ser cocinero. A los cinco quería ser Napoleón. Mi ambición no ha hecho más que crecer y ahora es la de llegar a ser Salvador Dalí y nada más. Por otra parte, esto es muy difícil, ya que, a medida que me acerco a Salvador Dalí, él se aleja de mí."
- 4
"Muchas personas no cumplen los ochenta porque intentan durante demasiado tiempo quedarse en los cuarenta."
- 5
"Amo a Gala más que a mi madre, más que a mi padre, más que a Picasso y más, incluso, que al dinero."
- 6
"No podéis expulsarme del movimiento surrealista porque yo soy el Surrealismo."
- 7
"La única diferencia entre un loco y yo, es que el loco cree que no lo está, mientras yo sé que lo estoy."
- 8
"El tiempo es una de las pocas cosas importantes que nos quedan."
- 9
"Cada mañana, cuando me levanto, experimento una exquisita alegría, la alegría de ser Salvador Dalí. "
- 10
"Sólo hay dos cosas malas que pueden pasarte en la vida, ser Pablo Picasso o no ser Salvador Dalí."
- 11
"Es curioso, a mi me interesa mucho mas hablar, o estar en contacto con la gente que piensa lo contrario de lo que yo pienso, que de los que piensan lo mismo que pienso yo."
- 12
"Lo importante es que hablen de ti, aunque sea bien."
- 13
"Llamo a mi esposa: Gala, Galuska, Gradiva, Oliva, Oliveta... También la llamo Lionette, porque cuando se enfada ruge como el león de la Metro-Goldwyn Mayer."
- 14
"De ninguna manera volveré a México. No soporto estar en un país más surrealista que mis pinturas."
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"Para comprar mis cuadros hay que ser criminalmente rico como los norteamericanos."
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"Seré un genio, y el mundo me admirará. Quizá seré despreciado e incomprendido, pero seré un genio, un gran genio, porque estoy seguro de ello."
Escrito por Salvador Dalí con 15 años.