Nacido el 6 de junio de 1868, no nos cabe la menor duda que un marino y explorador de la talla de Robert Falcon Scott tenía que nacer en un puerto de mar como Plymouth, al sudoeste de Inglaterra. Motivo suficiente para que, pese a su debilidad física y su salud enfermiza, a los catorce años lograse ingresar en la Armada Real. Tan sólo cinco años después entró a formar parte de la escuadra de las Indias Occidentales al mando del insigne explorador Albert Hasting Markham. En pocos años de servicio, Scott se especializó en expediciones marítimas de interés científico, lo que fue determinante para que la Real Sociedad Geográfica de Londres lo pusiera a la cabeza de la importante empresa que a bordo del Discovery asaltaría la Antártida de 1901. Se trataba de hacer algo que hoy en día se encuentra olvidado, medir, medir el mundo y medir el valor.
En su transcurso consiguió penetrar en el continente helado hasta latitudes jamás alcanzadas y tan sólo la falta de víveres y la aparición del escorbuto en algunos miembros de la tripulación le impidieron llegar más allá. Nada más regresar a Gran Bretaña comenzó a pensar en volver a intentarlo. Más aún cuando comprobó que su tercero en aquella aventura, Shackleton, había logrado quedarse a tan solo 155 kilómetros del polo Sur en una expedición posterior. En 1911 consiguió la financiación suficiente para partir en el ballenero Terra Nova con 65 hombres, perros, ponis de Siberia, trineos a motor y abundantes provisiones y combustibles. Tras pasar un invierno en el campamento situado en el borde de la plataforma de Ross, Scott se puso en marcha. Durante el viaje había recibido noticias de que el noruego Amundsen había emprendido el mismo viaje.
En los más de cien años transcurridos, muchos han criticado los motivos del triste final de Scott y los suyos. Que si insistió demasiado en llevar ponis para tirar de los trineos en vez de perros, que si no buscó el asesoramiento de los indígenas en cuanto a supervivencia y alimentación rica en grasas... todo verdad. Pero también es verdad que Scott se enfrentó a una meteorología que sólo se da una vez cada cien años, que fue el primero en hacer intentos serios de utilizar medios motorizados, y también que demostró una gran dedicación a la ciencia. No se trataba simplemente de llegar y volver, sino de recoger la mayor cosecha científica que las circunstancias permitan. Y las circunstancias fueron muy adversas. Con su audacia, resistencia y valor consiguió recoger muestras geológicas suficientes para probar que el continente había tenido un clima templado en un pasado lejano y confirmando la teoría de la Tectónica de Placas. Hasta los confines de la tierra, luchar, buscar, encontrar y no ceder. Larga vida y gloria a los que murieron por el honor de nuestra patria.
Algunas de sus frases célebres
- 1
"Si hubiéramos sobrevivido, habría podido escribir el relato de la audacia, la resistencia y el valor de mis compañeros, y conmover con él a todo el pueblo inglés. Este borrador y nuestros cuerpos sin vida tendrán que contar la historia."
- 2
"Puede que no haya demostrado ser un gran explorador, pero hemos hecho la mayor marcha que jamás se ha hecho y estado muy cerca de un gran éxito."
- 3
"Ciertamente, la conducción de perros es el trabajo más terrible que debe hacerse en este tipo de aventuras."
- 4
"Si hemos estado dispuestos a sacrificar nuestras vidas por esta empresa, que contribuye al honor de nuestro país, yo apelo a nuestros compatriotas a que se aseguren de que los que dependen de nosotros sean cuidados como es debido."
- 5
"He llegado a la conclusión de que la vida en las regiones de la Antártida puede ser muy agradable."
- 6
"Oates tiene un alma valiente. Durmió toda la noche con la esperanza de no despertar. Por la mañana dijo: Voy a salir fuera y puede que me demore algo en volver."
- 7
"Sostengo que los impedimenta para la vuelta era bastante adecuada, y que nadie en el mundo habría esperado las temperaturas y superficies que nos encontramos en este momento del año."
- 8
"Querida, no es fácil escribir a -70ºC... debes saber que no te volveré a ver. Hay que afrontar lo inevitable."
- 9
"Ha sucedido lo peor. Se han desvanecido todos los sueños."
