Efemérides

René Magritte, pintor surrealista

Se le conoce por sus ingeniosas y provocativas imágenes con las que pretendía cambiar la percepción de la realidad.

René Magritte nació en una familia de clase media, de padre sastre y madre ama de casa que acabó con su vida teniendo René 14 años. Un par de años antes, había comenzado a recibir sus primeras clases de dibujo donde demostró el talento que pronto lo llevaría a estudiar en la Académie Royale des Beaux-Arts de Bruselas.

En 1920, expuso por primera vez en el Centro de Arte de la capital belga con obras de estilo impresionista. Después siguió probando con el futurismo, el cubismo, el purismo y la abstracción, hasta que en 1922 impresionado por la pintura metafísica de Giorgio de Chirico, se volcó definitivamente hacia el surrealismo. También el 1922 se casa con su esposa Georgette.

Impulsor desde entonces del surrealismo en Bélgica, en 1927 se muda a Le Perreux-sur-Marne, cerca de París, donde contacta con el grupo surrealista dirigido por André Breton con el que colaboraría hasta 1930, fecha en la que el matrimonio Magritte decide volver a Bélgica por los aprietos económicos y los continuos incidentes del artista con Breton. Poco a poco va refinando su estilo hacia un surrealismo muy personal en el que con su forma aparentemente sencilla pinta motivos del mundo visible mientras se aparta de lo imaginario, de lo onírico, del subconsciente, ideario que sintetiza en su libro Las palabras y las imágenes.

En 1933 hizo una exposición individual en el Palacio de Bellas Artes de Bruselas y tres años después, su primera exposición individual en la galería Julien Levy de Nueva York. Al estallar la Segunda Guerra Mundial, Magritte permaneció en la Bruselas ocupada por los nazis, adoptando el que posteriormente se ha dado en llamar periodo Renoir o surrealismo a pleno sol, una fase en su pintura en la que volvió al impresionismo de colores vivos y pinceladas gruesas al modo fauve que le duró poco tiempo por no tener buena acogida.

Su fama internacional la alcanzó en 1948, cuando firmó un contrato con el galerista neoyorquino Alexandre Iolas, estando por entonces perfectamente definido su estilo personal con sus repetidos sombrero, la manzana, las nubes, la pipa y el paraguas, objetos cotidianos que hoy están indisociablemente ligados a su nombre. En 1965, viajó a Estados Unidos con motivo de una retrospectiva que el Museo de Arte Moderno de Nueva York le dedica.

Diestro y meticuloso en su técnica, sus pinturas, sumamente creativas y transgresoras, buscaban que el espectador cambiase la percepción y la creencia convencional que tenía hasta ese momento de las cosas. Sus obras contienen una yuxtaposición de objetos comunes en contextos poco corrientes, dando así un significado nuevo a las cosas cotidianas.

Algunas de sus frases célebres

  • 1

    "No hay respuestas en mis pinturas, sólo preguntas."

  • 2

    "La vida me obliga a hacer algo, por eso pinto."

  • 3

    "La mente ama lo desconocido. Le encantan las imágenes cuyo significado desconoce."

  • 4

    "Un cuadro realmente vivo debe poner enfermo al espectador."

  • 5

    "En este mundo hay más religiones que niños felices."

  • 6

    "La inteligencia de la exactitud no impide el placer de la inexactitud."

  • 7

    "El arte no está sujeto al psicoanálisis, que es siempre un misterio."

  • 8

    "Anhelo el amor que está vivo, lo que es imposible o ambiguo. Temo saber exactamente cuáles son mis limitaciones."

  • 9

    "No tengo sensación de añadir algo al mundo. ¿De dónde iría yo a tomar lo que añado, sino del mundo?"

  • 10

    "El arte evoca el misterio, sin el cual el mundo no existiría."

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