Efemérides

Rainer María Rilke, el poeta puro

Rainer María Rilke, poeta errante, hermético y total, nació en Praga el 4 de diciembre de 1875.

Es posible que el interés de Rainer María Rilke por la mística y la vida de los santos empiece en el lugar donde nació, Praga, ciudad que se sitúa en la frontera entre el mundo eslavo y el germánico, y en la que se dan cita el mundo católico, el protestante y el judío. Para continuar la tradición familiar de dar oficiales y funcionarios al imperio austriaco, a los once años Rainer María entró a la escuela de cadetes de Sankt Pölten, estancia que más tarde el poeta compararía con los años de presidio que Dostoievski pasó en Siberia. Algo exagerado sabiendo que al cuarto año dejó la carrera militar para seguir su inequívoca vocación de poeta.

Después de abandonar las armas comenzó sus estudios de filosofía y derecho en la Universidad de Praga, pero no obtuvo ningún grado universitario pues como muchos poetas había decidido ser autodidacta. Y él sólo se sentía poeta. Para ser poeta y autodidacta no hay nada mejor que viajar. Múnich, Berlín, Italia, Francia, España… y un descubrimiento decisivo, Rusia, país de enigmas y llanuras infinitas. La vida quimérica de las élites moscovitas y el encuentro con Tolstoi afirmaron su alejamiento de un mundo que los demás tomaban como real. Rusia le descubrió la génesis del mundo y un idioma que pensó seriamente en escoger como lengua literaria.

Dicen sus biógrafos que Rilke fue un poeta errante que iba de mansión en mansión dejando atrás un rastro de amores imposibles y un puñado de poemas como pago a sus nobles anfitriones. Su gran hazaña: enamorar a todas las princesas, duquesas, marquesas y baronesas del imperio austro-húngaro y también a sus maridos.

En contra de esa imagen de caballero privilegiado, Rilke vivió en una profunda soledad y a menudo en extrema precariedad. Y por dondequiera que anduvo en toda su vida errante, en su obra hay una simpatía por los seres insignificantes, despreciados, por los que sufren. Su vida constituye un esfuerzo titánico por penetrar en la interioridad de las cosas, de arrancarle retazos de lo sublime a una época poco dada a ello. Para Rilke sólo existirá una fórmula artística: soledad, gran soledad interior. Entrar en sí y no encontrarse con nadie durante horas y horas… Estar solo, como se estaba solo de niño, cuando los mayores andaban por ahí, enredados en cosas que parecían importantes...

Durante distintos periodos de su vida, Rilke vivió en Francia. Allí ejerció como discreto secretario del escultor Auguste Rodin, sobre quien redactó un luminoso ensayo. Muchas de sus cartas, imprescindibles en su obra, fueron escritas en francés. Además, a lo largo de su vida, Rilke tradujo al alemán, su lengua de origen, a numerosos poetas franceses. En 1920, Rilke regresó a París definitivamente, después de que la Primera Guerra Mundial le obligara a salir de Francia. Después se refugió en el Valais, en Sierre. Se dedicó a cultivar rosas y a escribir versos en el castillo de Muzot, una vieja torre del siglo XIII, hasta que murió de leucemia el 29 de diciembre de 1926.

Algunas de sus frases célebres

  • 1

    "El amor consiste en dos soledades que se protegen, limitan y procuran hacerse mutuamente felices."

  • 2

    "La vida no es un problema a resolver, es un misterio que hay que vivir."

  • 3

    "La verdadera patria del hombre es la infancia."

  • 4

    "Hay mucha gente en el mundo, pero todavía hay más rostros, pues cada uno tiene varios."

  • 5

    "Ante la poesía, tanto da temblar como comprender."

  • 6

    "La gran renovación será el que el hombre y la mujer no se busquen como opuestos, sino como hermanos y vecinos."

  • 7

    "Busca la profundidad de las cosas; hasta allí nunca logra descender la ironía."

  • 8

    "He buscado por todas partes la ciudad soñada, y al fin la he encontrado en Ronda."

  • 9

    "La fama es la suma de los malentendidos que se reúnen alrededor de un hombre."

  • 10

    "Convierte tu muro en un peldaño."

  • 11

    "En la vida no hay clases para principiantes. En seguida exigen de uno lo más difícil."

  • 12

    "Toda esta prisa pronto habrá cesado. Solo cuando nos retrasamos tocamos lo sagrado."

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