Odysséas Elýtis, el poeta de la luz nació en Heraclión, en la isla de Creta de una familia procedente de la ciudad de Mitilene, en la antigua isla de Lesbos, en el luminoso mar Egeo. Creció entre su Creta natal y Atenas, su tierra de adopción, viajó junto a su familia por Europa y se gastó todo el dinero que caía en sus manos en libros. Su vocación poética le hará abandonar la carrera de derecho cuando estudiaba en la universidad, porque lo suyo fue siempre la literatura.
Con la llegada de la década de los 30, Odysséas Elýtis se integra en los poetas jóvenes griegos, toda una generación que recoge las nuevas tendencias europeas, y buscan un lenguaje literario propio partiendo del Surrealismo. Publicó sus primeros poemas en 1935, en la revista Las nuevas letras. Ya entonces destaca por su originalidad al centrar su obra en la exaltación de la luz, la diafanidad del paisaje y la presencia del mar Egeo. Una lírica que se distingue por la ausencia de recursos mitológicos y la búsqueda del sentido de la eternidad.
Nuestro poeta fue un referente poético y cultural en Grecia no sólo por la grandeza de su obra sino porque acercó a otros autores universales al mundo griego al traducir sus obras. Combatió en el frente albanés durante la Segunda Guerra Mundial y, en el 48, viajó de nuevo a otros países de Europa residiendo en Suiza y París y visitando también España, lo que le permitió relacionarse con los artistas y creadores más emblemáticos del S.XX -Picasso, Matisse, Camus, Miró, Breton...-.
En 1979 Odysséas Elýtis recibió en Premio Nobel de Literatura por su poesía, que teniendo como fondo la tradición griega, pinta con fuerza sensible y creadora y sagacidad intelectual la lucha del hombre moderno por la libertad y la creación.
La luz es un referente fundamental en su lírica. Esa luminosidad se asocia frecuentemente al color en sus poemas. Así el blanco, el verde claro y el azul celeste son términos frecuentes, los colores del alba, el cielo y del mar, de la infancia y de la inocencia, los colores con los que el poeta exalta la luminosidad del universo. Vivió y creó entre dos mundos, entre las vanguardias europeas del S.XX y la imponente tradición griega de ahí que su obra sea de una riqueza infinita y merezca una lectura cercana. Hoy se cumplen 106 años de su nacimiento y lo celebramos recordando algunas de las cosas que dejó dichas.
Algunas de sus frases célebres
- 1
"Escribo para que la muerte no tenga la última palabra."
- 2
"Tengan miedo si quieren que despierte en ustedes el instinto de lo Bello."
- 3
"Seguramente la capacidad de observación es un gran defecto para el poeta que, al final, acaba tomando las nubes por nubes."
- 4
"Uno inventa la verdad exactamente como inventa la mentira."
- 5
"Repetir cosas ya dichas y hacer creer a las gentes que las leen por primera vez. En esto consiste el arte de escribir."
- 6
"Si no tienes un pie sobre la tierra
jamás podrás mantenerte sobre ella." - 7
"Aprenderás mucho si estudias lo insignificante a fondo."