“¿Está el enemigo?… Que se ponga”. Con esta frase arrancaban muchas de las conversaciones telefónicas de Miguel Gila Cuesta, pintor de coches, aprendiz de mecánico, fresador, dibujante de caricaturas y humorista inolvidable, autor de cientos de monólogos.
Durante la Guerra Civil combatió en las filas republicanas. Después de salvarse milagrosamente de su fusilamiento -gracias a la borrachera de sus verdugos-, continuarían sus penalidades una vez finalizada la guerra, con su paso por un campo de prisioneros y por diferentes cárceles. Pese a todo ello, Gila conseguiría salir adelante y rehacer su vida, convirtiéndose en uno de los mejores humoristas de España.
Pionero del monólogo y del humor en la radio, recibió un Premio Ondas en 1993. Utilizando la exageración y la caricatura, denunció, con pocas palabras y menos gestos, la realidad de la época que le tocó vivir. Sólo necesitó un teléfono y un escenario para hacernos reír.
Algunas de sus frases célebres
- 1
"El humor es el espejo donde se refleja lo estúpido del ser humano."
- 2
"Tenía afición por escribir pero como no tenía estudios no podía ser periodista. Sólo podía serlo trabajando gratis en un periódico."
- 3
"Yo tenía que nacer en invierno, pero como éramos pobres y no teníamos calefacción, me esperé a nacer en mayo."
- 4
"No es por chulearme yo, pero ¡cómo mato! Un día en un combate le pegué un tiro a uno y dijo, "que me has dao", "pues no seas mi enemigo”. "Ay, es que me has hecho un agujero." "Pues ponte un corcho"."
- 5
"No se mueran nunca, porque después que te mueres ya ni puedes ir al teatro, ni jugar al dominó, ni veranear en una playa, ni ir a un baile, ni nada de nada."
- 6
"Nací sorpresivamente. Mi madre había salido a pedir perejil a una vecina, así que nací solo y bajé a decírselo a la portera."
- 7
"¿Está el enemigo? Que se ponga."