Konrad Adenauer creció con sus tres hermanos en una familia de orígenes modestos, pero guiada por el orden y disciplina inculcados por su padre. Tras finalizar sus estudios de derecho, su origen, educación y su matrimonio con la hija de una influyente familia lo condujeron a afiliarse al Partido católico Zentrum, asumiendo diversos cargos en Colonia, entre ellos la organización del abastecimiento de la ciudad durante la Primera Guerra Mundial. Su nombramiento como primer alcalde en 1917 lo convirtió en el alcalde más joven de una ciudad prusiana. Evitando los extremismos que tanto atrajeron a muchos políticos de su generación, Adenauer se propuso inculcar el sentido del deber, el orden y los principios morales cristianos a sus conciudadanos. Las mismas convicciones las demostró durante la República de Weimar, mientras convertía a Colonia en la metrópolis del occidente y no cedía ni un ápice a las campañas de difamación de los nazis, que lo cesaron cuando llegaron al poder por negarse a decorar la ciudad con esvásticas para una visita de Hitler.
Sin trabajo y sin ingresos, la familia Adenauer consiguió sobrevivir a la tiranía nacionalsocialista y a la guerra en la pequeña ciudad de Rhöndorf, cerca de Bonn, gracias a la solidaridad ofrecida por sus amigos y por la iglesia. Intentó pasar desapercibido, pero fue arrestado en varias ocasiones por la Gestapo, y tras el atentado contra Hitler de 1944, fue encarcelado en la temida prisión de Brauweiler. Contaba con 68 años y salvó la vida porque el comunista Eugen Zander, que ejercía de policía de campo y de cuya ideología le separaba un abismo, impidió su deportación al siniestro campo de concentración de Buchenwald. Tras la capitulación incondicional de Alemania, los americanos volvieron a nombrar a Adenauer alcalde de la arrasada ciudad de Colonia, aunque a los pocos meses fue despedido por los británicos por haber criticado su política de ocupación.
Después de continuar su labor política exclusivamente en el partido, y de ser nombrado por las tres fuerzas aliadas presidente del Consejo Parlamentario que elaboró la Constitución de la República Federal de Alemania, el 15 de septiembre de 1949, Adenauer fue nombrado canciller federal por el Bundestag alemán. Bajo su gobierno, conocido como la era de Adenauer, se sentaron las bases para el milagro económico alemán, se estrecharon los lazos con Estados Unidos, se produjo la reconciliación con Francia, su enemigo histórico, y con el pueblo judío. Adenauer reconoció que la nueva Alemania solamente podía nacer de la reconciliación con los vecinos, renunciando a solucionar los problemas mediante la fuerza y convirtiendo a Alemania en uno de los motores decisivos del proceso de unificación europeo. En 1963, a la edad de 87 años, presentó su dimisión. Al morir cuatro años más tarde, Adenauer fue honrado a nivel mundial como el hombre de estado al cual los alemanes de la República Federal debían su libertad, bienestar y seguridad social.
Algunas de sus frases célebres
- 1
"Hay algo que Dios ha hecho mal. A todo le puso límites menos a la tontería."
- 2
"Hay enemigos, enemigos mortales y compañeros de partido."
- 3
"Todos los órganos humanos se cansan alguna vez, salvo la lengua."
- 4
"No hace falta defender siempre la misma opinión porque nadie puede impedir volverse más sabio."
- 5
"El arte de la política consiste precisamente en saber cuándo es necesario golpear a un adversario ligeramente por debajo del cinturón."
- 6
"La suerte es una flecha lanzada que hace blanco en quien menos lo espera."
- 7
"Cuando los políticos no tienen la capacidad de gobernar, crean las comisiones."
- 8
"Es raro el caso en que la conquista esté muy satisfecha del conquistador."
- 9
"Todos vivimos bajo el mismo cielo, pero ninguno tiene el mismo horizonte."
- 10
"En política lo importante no es tener razón sino que se la den a uno."
- 11
"La historia es la suma total de todas aquellas cosas que hubieran podido evitarse."