Rhys Meyers, nació de forma bastante precipitada, tanto que los médicos le detectaron un problema de corazón, sus padres no esperaban que sobreviviera, y fue bautizado rápidamente para que al menos muriera como un buen cristiano, bajo el nombre de Jonathan Michael Francis O’Keefe. Tras tres meses en estado de observación y cuidados intensivos logró superar su problema de salud, pero sus padres se separaron, quedando tanto él, como sus sus tres hermanos menores Jamie, Alan y Paul a cargo de su madre, Geraldine Meyers-O’Keefe, de quien tomaría su nombre artístico.
Su adolescencia fue difícil. Pasó un tiempo en un orfanato y fue expulsado de la escuela a los 16. Tras vagabundear por las calles sin empleo ni estudios, fue descubierto por unos agentes de casting en un billar de Cork, y lo invitaron a una audición para la película War of the Buttons. El papel no salió, pero siguieron insistiéndole para que continuara presentándose. Así, su primer papel llegó en 1994 con Un hombre sin importancia. A partir de ahí inició un lento pero seguro camino hacia la fama. Hasta que en 2005 ganó un casting ante más de 200 aspirantes para encarnar a Elvis Presley en la miniserie Elvis: el comienzo, llegando a ser nominado a un Emmy y obteniendo un Globo de Oro. Ese mismo año, Woody Allen le dio un papel de coprotagonista en Match Point junto Scarlett Johansson. Su interpretación fue aclamada por la crítica como una de las mejores del año.
De intensos ojos verdes, mirada penetrante, cuerpo atlético y casi 1,80 metros de altura, si les suena su cara es porque ha hecho muchas películas como secundario. Pero sobre todo porque probablemente lo habéis visto interpretando en la TV al mismísimo rey de Inglaterra, el obeso Enrique VIII. Una imagen distinta a la que interpretaran Charles Laughton y Richard Burton, la del joven, seductor, ambicioso e inteligente rey, con unas fantásticas dotes para cortar cabezas. El más católico de los reyes del renacimiento en una corte no tan influyente como nos quieren hacer creer los ingleses.
Algunas de sus frases célebres
- 1
"Mi ambición no conoce fin."
- 2
"Sólo leo las críticas malas, sólo las malas. Son las únicas honestas."
- 3
"Soy un comediante terrible. No soy para nada gracioso. Puedo imitar, pero ser buen comediante depende del timming. Y el mío no es muy bueno."
- 4
"Ser una celebrity ha perdido todo su valor. Todo lo que tienes que hacer es ir a un programa de televisión durante seis semanas y todo el mundo sabrá tu nombre."
- 5
"La parte más difícil de ser actor es darse cuenta de que no tiene importancia."
- 6
"Si no fuera tan inseguro no trabajaría tan duro como lo hago. Estoy constantemente buscando la aprobación de los demás."
- 7
"Cuando empiezas a tener éxito, la gente dice, 'no cambies!. Eso es fácil de decir, pero lo cierto es que tu no cambias, lo hacen los demás."
- 8
"Sabes lo que me gusta hacer un domingo por la mañana? Limpiar mi casa. Lo disfruto; es mi ritual. Requiero pulcritud. Tengo que tenerlo todo impecable antes de que pueda relajarme."
- 9
"Ser actor en Hollywood es como ser gladiador en la antigua Roma. Cuando consigues un papel, no tiene amigos, eres increíblemente competitivo. Cualquier actor que diga lo contrario está mintiendo."
- 10
"No hay verdadera lucha cuando has nacido en la riqueza. No sabes lo que es haber tenido que sacrificar cosas sin tener una opción. Son esas experiencias las que encienden el talento en la gente."
- 11
"La gente tiene la idea de que soy un chico salvaje y rebelde. La verdad es que no lo soy. Como actor joven e irlandés estás marcado antes de empezar. Es un cliché que nunca termina."