Javier Solana es el tercero de cinco hermanos miembros de una familia con ascendientes destacados en el mundo de las ciencias y las letras. Javier cursó el Bachillerato en el famoso Colegio del Pilar regentado por los Padres Marianistas. Después se matriculó en la Universidad Complutense, donde emprendió la carrera de Ciencias Químicas, carrera que abandonó al morir su padre para terminar licenciándose en Ciencias Físicas en 1964. Ese mismo año ingresó en el Partido Socialista Obrero Español, entonces en la clandestinidad.
Tras licenciarse, viajó al Reino Unido para ampliar su formación y después estudió con una beca Fulbright en varias universidades de Estados Unidos. Allí tomó parte en las campañas de protesta contra la guerra de Vietnam. Regresó a España en 1971 y entró a formar parte del cuerpo docente de la Universidad Autónoma de Madrid, ganando la cátedra en 1973.
Estrecho colaborador y amigo personal de Felipe González, Solana participó en el Congreso de Suresnes, momento que marcó la renovación generacional del socialismo español con el desplazamiento de la vieja dirección histórica del exilio. En junio de 1977 salió elegido diputado por Madrid en las primeras elecciones democráticas desde el final de la dictadura, renovando el escaño en 1979 y en 1982, año en el que el Partido Socialista alcanza la mayoría absoluta. Entre 1982 y 1995 fue ministro de Cultura, Educación y Ciencia, Portavoz del Gobierno, y por último Asuntos Exteriores, cargo al que accedió apenas tres años después de la caída del muro de Berlín.
En esos trece años de servicio ministerial, Solana destacó por ser una las personalidades más discretas y dialogantes del PSOE. A partir de entonces y durante un cuarto de siglo, no hay crisis mundial en la que de una forma u otra haya estado implicado Javier Solana, algo muy extraño en la no intervencionista España contemporánea.
Con fama bien merecida de conseguir consensos y acuerdos imposibles, en 1995 fue designado secretario general de la OTAN. Durante su mandato se firmó el fin de la guerra fría y la primera ampliación hacia el Este, con la incorporación de Hungría, Polonia y la República Checa. También se produjo el bombardeo de Yugoslavia, la primera intervención militar de la OTAN desde su creación en 1949, el peor momento de su vida. Después de esos cuatro años tomo posesión del cargo de Alto Representante de Política Exterior de la Unión Europea, figura conocida como Mister PESC. En este ámbito puso en funcionamiento la Fuerza de Reacción Rápida de la UE y abogó por relanzar las relaciones entre Europa y Estados Unidos tras la guerra de Irak.
Sus amigos dicen que sigue siendo el mismo, emotivo, y a veces colérico; sigue siendo un devorador de libros con una cabeza privilegiada que nos deja miles de frases y muchas cosas más.
Algunas de sus frases célebres
- 1
"Mi padre me enseñó una cosa fantástica, tener curiosidad, vivir la vida."
- 2
"La Unión Europea no es el problema. Es la solución."
- 3
"Cuando queremos, podemos. Los españoles no tenemos ningún gen que nos impida hacer las cosas bien."
- 4
"He estado en una mesa con ministros de Defensa de Ucrania, de Alemania, de Polonia. El alemán había nacido en Polonia, el polaco había nacido en Ucrania, y el ucranio había nacido en Alemania… eso es Europa."
- 5
"El siglo XXI ha dado para 100 años."
- 6
"Cuando las clases medias se sienten perdedoras, hay graves consecuencias económicas."
- 7
"Digámoslo primero en términos egoístas. Necesitamos a los emigrantes y por eso hay que abrirles las puertas."
- 8
"Soy colérico cuando soy colérico, me dejo llevar por ataques de ira cuando reviento."
- 9
"Tenemos problemas globales que requieren soluciones globales. Necesitamos un árbitro que sea una institución, y las instituciones no funcionan como debieran."
- 10
"Mi deber es devolver a mi país algo de lo que he aprendido."
- 11
"Tenemos que buscar soluciones para que todo el mundo se sienta cómodo dentro de nuestro país, pero respetando las leyes."
- 12
"Decía Canetti: ‘Conocí gente especialista en crear distancias’. Yo dediqué mi vida a lo contrario."
