Jacques Tati se llamaba en realidad Jacques Tatischeff, y era nieto de un aristócrata y diplomático ruso de la corte del Zar. A la sangre eslava se le unen por lazos familiares, la holandesa, italiana y francesa, sangre que corría por sus venas en un extraña mezcla que explica el carácter cosmopolita de un artista que no sólo recuperó el género cómico para el cine francés sino que además lo renovó completamente al abordarlo con una estética cinematográfica moderna. No en vano fue venerado en su día por los cineastas integrantes de la Nouvelle Vague. Tati descubrió sus dotes para la comedia por casualidad, entreteniendo a sus compañeros del Racing Club de France, equipo de rugby en el que jugaba. Tenía un gran talento para la imitación y encaminó sus pasos hacía un espectáculo, Impresiones deportivas, que le hizo triunfar en el mundillo de las varietés de París.
Se inició en el mundo del cine en la década de los 30 del siglo XX con varios cortometrajes de calidad desigual que le sirven como medio de aprendizaje para su obra posterior. Su primer largometraje, Día de fiesta supuso su consagración como cineasta. Cuando el blanco y negro aún era la norma del cine francés, Tati hizo la primera producción francesa a todo color. Rodada simultáneamente en monocromo, problemas con la distribuidora de las cintas en color hizo que tuviera que colorear a mano los fotogramas, aunque la mayor parte de la película la dejó en blanco y negro. Sin embargo, el montaje audiovisual de la película introduce ya algunas innovaciones que nada tienen que ver con el cine clásico y sí con el cine moderno, constantes que definirán poco a poco el estilo Tati. Porque Tati, más allá de ser un cómico excelente, es un extraordinario inventor de formas, un maestro en el manejo del cromatismo, un experto en el uso de la geometría. Un director con una carrera corta, pero con una praxis cinematográfica gigantesca, tan coherente y aplastante que le llevó a ganar varios de los mayores premios que te pueden dar en el cine, entre ellos el Premio Especial del Jurado en Cannes y el Oscar a la mejor película de lengua no inglesa. Grandes directores como Truffaut, Kaurismaki, Lynch o Spielberg, entre muchos otros, han reconocido la repercusión del cine de Tati en sus respectivas obras y en todo el cine contemporáneo.
Generoso comediante, Tati fue sobre todo un cineasta valiente y arriesgado, un intelectual intuitivo y visionario, un agudo observador de la cotidianidad que analizó con distancia crítica las neurosis de la sociedad moderna para reírse de ellas. Su cine nos muestra la transición entre dos mundos, entre dos formas de vida, la tradicional, tranquila, variopinta y humilde, y la moderna, mecanizada, uniforme y pretenciosa. Lo hace con una intención humanista, reivindicando la vida sencilla y el contacto humano frente a los excesos del progreso. Para ello usa la reducción al absurdo, demostrando que en el ordenado mundo moderno, la persona corriente se desenvuelve entre la perplejidad y el desconcierto. Ese hombre corriente está encarnado por Monsieur Hulot, el petit bourgeois parisino que protagoniza cuatro de sus seis largometrajes, interpretado por el propio Tati, un personaje patoso, despistado y cortés, siempre con gabardina, sombrero, paraguas y pipa que conduce un viejo y destartalado automóvil. Hulot intenta adaptarse a los nuevos tiempos de forma bienintencionada, pero no acierta en el uso de las máquinas, tropieza con las paredes acristaladas de los edificios, torpezas con las que escenifica su inadaptación a un medio hostil.
Algunas de sus frases célebres
- 1
"La vida es demasiado corta para que sea triste."
- 2
"Soy humorista porque miro al mundo con sentido crítico, pero con amor."
- 3
"El que cree que es demasiado importante como para hacer pequeñas cosas es probablemente demasiado pequeño para las cosas importantes."
- 4
"A los médicos es a quienes mejor les va, sus éxitos andan por ahí, y a sus fracasos los entierran."
- 5
"No se encontrará otro Chaplin, no se encontrará en otro Keaton. La escuela está cerrada."
- 6
"El militar es una planta a la que hay que cuidar con esmero para que no dé sus frutos."
- 7
"Tenemos confort, pero el precio ha sido altísimo: se ha acabado la fantasía. Sólo los niños conservan la imaginación."
- 8
"Habría una manera de resolver todos los problemas económicos: colocarle impuestos elevados a la vanidad."
- 9
"La gente rica, en general, también sabe lo que el dinero no puede comprar."
- 10
"Los cantantes de música pop son las personas que querían tomar lecciones de canto, pero nunca encontraron el tiempo para hacerlo porque en el ínterin se han convertido en famosos."
