Siguiendo la tradición familiar, Íñigo de Óñez y Loyola, Ignacio de Loyola, era más hombre de armas que de letras. Fue paje de Fernando el Católico y participó en la represión de los Comuneros de Castilla, pero su carrera militar acabó a los treinta años cuando una bala de cañón le destrozó la pierna durante la lucha en defensa de Pamplona contra los franceses.
En su convalecencia leyó varios libros religiosos que le llevaron a consagrarse a la vida espiritual y abandonar su vida mundana. Después de hacer confesión en el monasterio de Montserrat, se retiró 10 meses a una cueva cerca de Manresa donde formuló sus Ejercicios espirituales, un manual para la meditación sobre el sentido de la vida y sobre el perfeccionamiento de una forma de vivir. Después emprendió un viaje de peregrinación a Jerusalén.
De vuelta a España, estudió en las universidades de Alcalá de Henares – donde fue procesado tres veces sospechoso de iluminismo y encarcelado- y Salamanca. Después en París, en cuya universidad se licenció en Artes. En 1527 fundó la fraternidad que terminaría por convertirse en la Compañía de Jesús. Diez años después, y junto a los miembros que componían la fraternidad, se dirigió a Roma donde fue ordenado sacerdote. Por bula Mare magnum, la Compañía estaba exenta de jurisdicción episcopal y tributación. Fue elegido primer general de la orden y, además de administrar los asuntos de la Compañía, se dedicó a terminar sus Ejercicios espirituales.
Aquejado de graves problemas de salud, San Ignacio de Loyola alcanzó a ver, sin embargo, en sus últimos años de vida, la expansión de la Compañía por Europa y América, donde establecieron sus famosas misiones que, como las del Paraguay, alcanzaron un envidiable grado de desarrollo económico, además de un espacio de formación y debate. Logros que fueron la envidia de muchas de las monarquías católicas europeas, motivo que unido a la desobediencia de la orden a cualquier poder temporal ocasionó la supresión de la Compañía en Portugal, Francia y España, en varias ocasiones.
Siguiendo la tradición de Ignacio de Loyola y bajo el lema formar hombres y mujeres para los demás, actualmente la Compañía de Jesús en España tiene una red formada por 68 centros educativos, donde estudian más de 75.000 alumnos y trabajan alrededor de 5.000 docentes.
Algunas de sus frases célebres
- 1
"El amor se ha de poner más en las obras que en las palabras."
- 2
"Alcanza la excelencia y compártela."
- 3
"Para aquellos que creen, ninguna prueba es necesaria. Para aquellos que no creen, ninguna cantidad de pruebas es suficiente."
- 4
"No satisface el saber mucho, sino el sentir y gustar internamente de las cosas."
- 5
"En todo amar y servir."
- 6
"Cuanto el bien es más universal, es más divino."
- 7
"¿De qué te sirve ganar el mundo, si al final pierdes tu alma?"