Siete diputados de la Legislatura Constituyente fueron los encargados de discutir y rubricar el anteproyecto de Constitución. Un proceso no exento de tensiones, pero que culminó con el consenso de siete hombres de sensibilidades políticas muy distanciadas, incluso antagónicas. Siete hombres que desde sus posiciones políticas fueron protagonistas del consenso y la ratificación de la Constitución en referéndum el 6 de diciembre de 1978, defensores de la tolerancia y la generosidad, auténticos referentes éticos de la política española, a la que dieron la altura intelectual que hoy tanto se echa en falta. Pese a las dificultades, aquel referéndum del 78 inauguró el mayor periodo de paz de la historia de España. Uno de esos siete hombres fue Gregorio Peces-Barba, nuestro protagonista de hoy.
Además de político y Presidente del Congreso de los Diputados, Peces-Barba fue jurista y profesor comprometido con la justicia, con la democracia y con los derechos humanos. Nació en plena guerra civil y se educó en Liceo Francés de Madrid, cursando los dos bachilleratos, el francés y el español. Después se doctoró en Derecho por la Universidad Complutense de Madrid, universidad a la que siempre estuvo ligado desde su cátedra de Filosofía del Derecho, y más tarde obtendría la licenciatura en Derecho Comparado por la Universidad de Estrasburgo. Desde 1962 y durante quince años ejerció como abogado. Desde su despacho llevó asuntos de todo tipo, entre ellos, algunos relacionados con el sombrío Tribunal de Orden Público y el Proceso de Burgos. Asimismo fue fundador de Cuadernos para el diálogo, la revista cultural que difundió su primer presidente y promotor, el democristiano Joaquín Ruiz-Giménez. En 1977 fue elegido diputado por la provincia de Valladolid y ejerció como portavoz del Grupo Parlamentario Socialista. Tras el arrollador triunfo del PSOE en octubre del 82, Peces-Barba fue elegido Presidente del Congreso de los Diputados.
Peces-Barba fue un intelectual comprometido y moderado, un universitario de vocación y dedicación, un filósofo del Derecho abierto y plural una persona generosa, cordial, auténtica y rigurosa, con unos principios sólidos y bien anclados en en el pensamiento socialista democrático. A pesar de polémicas como aquella de Cádiz que tanto malestar causó en los nacionalistas catalanes. En honor a sus méritos se le concedieron, entre otras condecoraciones, la Gran Cruz de la Orden de San Raimundo de Peñafort, el Collar de la Orden del Mérito Civil, la Gran Cruz de la Real y Muy Distinguida Orden Española de Carlos III, la Gran Cruz del Mérito Naval con distintivo blanco, la Gran Cruz del Mérito Militar, la Medalla de Honor con el grado de Gran Cruz de Perú y la Legión de Honor francesa. Fue autor de más de veinte monografías sobre temas de Filosofía del Derecho y Filosofía política, Ética y Derechos humanos, entre los que destacan Introducción a la Filosofía del Derecho, Escritos sobre derechos fundamentales, Curso de derechos fundamentales, Educación para la ciudadanía y derechos humanos y Diez lecciones sobre ética, poder y derecho.
Algunas de sus frases célebres
- 1
"Con la Constitución pasa como con el aire que respiras, no se nota hasta que falta."
- 2
"La Monarquía parlamentaria es perfectamente compatible con el republicanismo y el pensamiento republicano."
- 3
"El Estado que hizo la Constitución tenía la legitimidad derivada de unas elecciones generales y luego tuvimos la legitimidad de ejercicio de hacer un texto de consenso."
- 4
"Desde el punto de vista teórico o doctrinal, el federalismo presupone la existencia de unas soberanías previas. Eso no se da en España."
- 5
"Creo que el español puede presumir de una gran capacidad de adaptación."
- 6
"Naturalmente, la Constitución no es intocable."
- 7
"El Estado de las autonomías es un Estado funcionalmente federal. No puede ser plenamente federal porque en España nunca ha habido soberanía en esas autonomías, solamente ha sido soberano el Rey y, luego, a partir de la Constitución de 1812, la Nación."
- 8
"Ahora tenemos un lenguaje más cuidadoso e incluso más hipócrita, pero cuando el presidente de una comunidad autónoma, que es la más alta autoridad del Estado en ese territorio, hace lo posible por deshacer la Constitución… eso tiene ese nombre… traidor."
- 9
"La Constitución no protege a la Corona, realmente la desmantelamos, le quitamos todos sus poderes."
- 10
"Fui absolutamente clave para que se reconociese el concepto de nacionalidad."
- 11
"Si pudiera retrotraerme a aquellos días de 1977 y 1978 destacaría el clima positivo que se vivió, con una gran voluntad por parte de todos de deshacer obstáculos."