Licenciado en filosofía y letras, profesor, escritor, editor de revistas literarias y, por encima de todo poeta; es Gerardo Diego, nacido en Santander el 3 de octubre de 1896.
Estudió Filosofía y Letras en la Universidad de Deusto y se doctoró ya en Madrid para acabar erigiéndose como figura destacada de la generación del 27, un nutrido grupo de excelentes escritores del que formaron parte firmas tan destacadas en nuestra literatura como García Lorca, Rafael Alberti, Dámaso Alonso, Luis Cernuda o Vicente Alexandre. Pero no sólo de la poesía vivía Gerardo Diego, colaboraba como columnista en varios periódicos y revistas donde hacía críticas literarias, musicales y también taurinas; fue profesor de literatura y de música y, en lo literario, se sintió siempre atraído por las vanguardias que eran ricas y diversas en su tiempo -hablamos de los años 20 y 30 del siglo XX-.
Lo cierto es que más allá de su labor periodíscita y educativa, su vida permaneció siempre ligada a la literatura, llegó a ocupar un asiento en la Real Academia Española de la Lengua y recibió también el Premio Cervantes y el Nacional de Literatura, editó las mejores antologías de la poesía del 27, fue profesor, doctor y catedrático, se mostró públicamente favorable a los sublevados desde los albores de la Guerra Civil y, aunque en su inicio estaba de vacaciones en Francia, volvió a España y su vida transcurrió entre versos hasta que, con 90 años, puso su punto y final.
De él nos queda, por encima de todo, la belleza de sus poemas y de la intensa emoción que esconden y transmiten con el encanto del uso delicioso que pocos como él logran dar a la fonética castellana haciendo del sonido y la forma de sus palabras, arte y literatura.
Algunas de sus frases célebres
- 1
"Amar amar y siempre amar haber amado haber de amar."
- 2
"Como un guante famélico el día se me escapa de los dedos."
- 3
"Así te quiero, en límites pequeños, aquí y allá, fragmentos, lirio, rosa, y tu unidad después, luz de mis sueños. "
- 4
"Desesperadamente amar, amarte y volver a nacer para quererte."
- 5
"Levanta hacia mí tus ojos, tus ojos lentos, y ciérralos poco a poco conmigo dentro."
- 6
"Dentro, en tus ojos, donde calla y duerme un palpitar de acuario submarino, quisiera, licor tenue al difumino, hundirme, decantarme, adormecerme."
- 7
"Nada hay como un suspiro intercalado y entre suspiro y suspiro la melodía ininterrumpida."
- 8
"Si eres tú misma el rosal y las rosas, la noche de mi verso y sus estrellas, ¿a quién dedicaré este breve cielo, este arbusto, esta fuente, este desvelo?"
- 9
"Descansa, duérmete, sueña, no tengas miedo del mundo, que yo te velo."