Cuenta la leyenda que los sismógrafos de Bakú registraron un pequeño terremoto el 13 de abril de 1963, cuando Gari Kimovich Kaspárov nació en la capital de Azerbaiyán. Una casualidad que puede interpretarse como un símbolo para definir la personalidad de uno de los mejores ajedrecistas de todos los tiempos. Y también para volver a preguntarnos la si los genios nacen o se hacen.
Todo puede haber contribuido: el clima alrededor del ajedrez en la Unión Soviética de sus años de formación, disciplina tomada por los soviéticos como arma cultural contra los Estados Unidos y el mundo capitalista; la determinación de su madre -su padre murió cuando él contaba siete años- de apoyarlo sin condiciones… y su genética. Porque el pequeño Kaspárov descubrió por sí solo el movimiento de las piezas de ajedrez cuando tenía seis años. Un día, Gary sorprendió a sus progenitores, grandes aficionados al ajedrez, aportándoles una complicada solución a una de sus posiciones.
Como otros muchos jóvenes de talento, el pequeño Kasparov ingresó en la escuela de Botvinnik. Pero aquel muchacho venido de Bakú no era como los demás. Su facilidad para el juego, su memoria y su capacidad de cálculos no pasaban inadvertidos. Era un genio. En la URSS sabían que Kaspárov tenía un talento irrepetible.
La primera vez que ese talento se hizo patente para occidente fue en el torneo en Banja Luka de 1979. La Federación rusa de ajedrez pensó que ese torneo sería un acontecimiento menor, y envió a un joven de quince años, un tal Kaspárov, que por no tener no tenía ni calificación internacional. Sin embargo, el campeonato de Banja Luka fue un gran evento internacional al que asistieron Petrosian, Adorjan y Smekjal, entre otros grandes maestros de primera línea. Ganó Kaspárov con dos puntos de ventaja sobre el segundo, todo un abismo que se convirtió en habitual en los principales torneos del mundo durante la siguiente década.
Conocido por sus legendarios enfrentamientos con Anatoli Kárpov, Kasparov, que fue campeón del mundo de ajedrez -el más joven de la historia- de 1985 a 2000, se retiró del ajedrez profesional en 2005 tras su derrota ante la máquina Deep Blue. Desde entonces se ha dedicado a la política y a escribir sobre temas de ajedrez. Firme opositor a la administración de Vladimir Putin, ha sido incluso detenido y encarcelado.
Algunas de sus frases célebres
- 1
"Ya no se puede vencer a un ordenador. Puedes jugar bajo unas reglas y si el ordenador te gana, al menos te quedará el consuelo de que no te ha engañado."
- 2
"Mi idea del ajedrez en el futuro se basa en tres ejes, educación, redes sociales y tecnología. Se trata de un 'pack' atractivo, ¿no?."
- 3
"No ponga a Medvedev a la altura de Putin porque en el fondo es un títere de éste, un cero a la izquierda."
- 4
"Fisher, enérgico; Karpov, preciso; Anand, tranquilo; Kramnik, trabajador; Topalov, incansable; Campomanes, Sabio...y freaky. Ilyumzhinov, corrupto."
- 5
"Hay que luchar mucho para lograr la atención del gran público. El ajedrez es la alimentación perfecta para la pantalla pequeña de un móvil."
- 6
"Carlsen es un gran campeón, un jugador cercano a la gente, el hombre que puede canalizar el ajedrez porque su impacto global mediático puede ser extraordinario."