Sus padres le pusieron de nombre Florence porque, circunstancialmente, esta enfermera inglesa nació en Florencia el 12 de mayo de 1820. Criada en Londres en el seno de la más alta burguesía británica, con diecisiete años se rebeló contra el destino que su familia le tenía preparado y comenzó a trabajar –algo impensable para una señorita de su alcurnia- como asistente sanitaria.
Realizó prácticas en los hospitales de Londres, Edimburgo y Kaiserswerth, en Alemania. Su aportación más importante fue durante la sanguinaria Guerra de Crimea (1854-1856), contienda a la que logró desplazar unas cuarenta enfermeras cuyo trabajo fue clave para reducir el número de fallecidos en los hospitales de campaña. Por sus acciones comenzaron a llamarla El Ángel de Crimea. De vuelta a Londres, tras enfermar de cólera, fundó una escuela de enfermeras.
Todo británico también la conocen con el sobrenombre de La dama de la lámpara, apelativo que procede de una crónica del Times en la que se narraba cómo, cuando todos ya dormían, Florence seguía haciendo interminables rondas entre los enfermos, guiada por el tenue haz de luz de una pequeña lámpara. También se la conoce como la Madre de las enfermeras, pues fue la fundadora de las escuelas de enfermeras profesionales y la primera mujer en recibir la British Order of Merit.
Algunas de sus frases célebres
- 1
"Lo importante no es lo que nos hace el destino sino lo que nosotros hacemos de él."
- 2
"Educar no es enseñar al hombre a saber, sino a hacer."
- 3
"Tengo una naturaleza moral y activa que requiere satisfacción, y eso no lo encontraría si pasara la vida en compromisos sociales y organizando las tareas domésticas."
- 4
"Aunque desde el punto de vista intelectual se ha dado un paso adelante, desde el punto de vista práctico no se ha progresado. La mujer está en desequilibrio. Su educación para la acción no va al mismo ritmo que su enriquecimiento intelectual."
- 5
"Hay cinco puntos esenciales para asegurar la salubridad de las viviendas: el aire puro, agua pura, desagües eficaces, limpieza y luz."
- 6
"Si pudiéramos ser educados dejando al margen lo que la gente piense o deje de pensar, y teniendo en cuenta sólo lo que en principio es bueno o malo, ¡Qué diferente sería todo!"