Efemérides

Eugene Wigner, el científico de las relaciones inexplicables

Eugene Paul Wigner, físico y matemático ganador del Nobel en 1963, nació en Budapest el 17 de noviembre de 1902.

Wigner obtuvo el grado de doctor en Ingeniería Técnica por la Escuela Técnica Superior de Berlín, institución en la que ejerció la docencia hasta que en 1930 se marchó a Estados Unidos en busca de mejores oportunidades. En primer lugar recaló en la Universidad de Wisconsin, para continuar, al poco tiempo de obtener la nacionalidad estadounidense, su labor docente e investigadora como profesor de Física y Matemáticas en la Universidad de Princeton.

Durante la II Guerra Mundial, Wigner colaboró con el equipo de científicos que, bajo la dirección de Enrico Fermi, desarrolló desde el laboratorio Metalúrgico de la Universidad de Chicago el Proyecto Manhattan, la investigación destinada a desarrollar la primera bomba atómica. Fue Wigner, que sabía que Hitler anhelaban con dotar a las tropas alemanas de armas nucleares, convenció a Einstein para que firmara la famosa carta en la que los científicos estadounidenses apremiaban al presidente Roosevelt a poner todos sus medios a su alcance para fabricar la bomba atómica antes que los nazis.

Una vez terminada la guerra, Wigner fue nombrado Director del departamento de I+D de los Laboratorios Clinton. Se mantuvo poco tiempo en el cargo pues al cabo de un año había vuelto a la docencia y la investigación universitaria. La mayor parte de sus aportaciones científicas están relacionadas con la física de sólidos, los núcleos atómicos y los reactores nucleares, entre ellas el principio de conservación de la paridad y el descubrimiento y la descripción del efecto Wigner, fenómeno mediante el cual se puede explicar la teoría de la absorción de neutrones. También destacó en el estudio de las relaciones inexplicables que existe entre la matemática y las ciencias sociales.

Por todo ello fue galardonado con numerosos premios, entre ellos el Premio Nobel de Física que compartió con Maria Goeppert-Mayer y con Hans Daniel Jensen en 1963 por su contribución a la teoría del núcleo atómico y las partículas elementales, especialmente a través del descubrimiento y la aplicación de los principios de simetría fundamental.

Algunas de sus frases célebres

  • 1

    "Es bueno saber que los ordenadores pueden entender el problema. Pero a mí me gustaría entenderlo también."

  • 2

    "La enorme utilidad de las matemáticas en las ciencias naturales es una circunstancia que bordea el misterio; un hecho para el que no hay una explicación racional."

  • 3

    "La matemática es la ciencia de operaciones expertas con conceptos y reglas inventados justamente con ese propósito."

  • 4

    "El milagro de la adecuación del lenguaje de las matemáticas para la formulación de las leyes de la física es un regalo maravilloso que ni entendemos ni merecemos."

  • 5

    "En la ciencia, no es la velocidad lo más importante. Es la dedicación, el compromiso, el interés y la voluntad de saber algo y entenderlo - estas son las cosas que van primero."

  • 6

    "La física se está volviendo terriblemente compleja, tanto que para cuando un físico aprende lo suficiente para comprender la naturaleza de los problemas ya es demasiado viejo para solucionarlos."

  • 7

    "La simplicidad de las leyes naturales se levanta por encima de las complejidades del lenguaje que utilizamos para su expresión."

  • 8

    "Me he dedicado a la física porque después de conocer a Von Neumann me di cuenta de la diferencia que había entre un matemático de primera y yo."

  • 9

    "Una posible explicación de la utilización de las matemáticas por los físicos para formular sus leyes de la naturaleza es que son personas un tanto irresponsables."

  • 10

    "Es, como ha señalado Schrödinger, un milagro que a pesar de la desconcertante complejidad del mundo, ciertas regularidades en los acontecimientos puedan ser descubiertas... Las leyes de la naturaleza tienen que ver con tales regularidades."

  • 11

    "Viendo a von Neumann trabajando uno tenía la impresión de estar observando un instrumento perfecto cuyos engranajes se habían construido para encajar con una precisión de una milésima de pulgada."

Salir de la versión móvil