Desde muy joven Ettore Scola colaboró con el periódico humorístico Marc Aurelio, incluso mientras todavía cursaba sus estudios en la facultad de Derecho en la Universidad de Roma y, a mediados de los cincuenta comenzó a escribir guiones. En la década de los sesenta fue coautor de los guiones de algunos de los mejores realizadores de comedia italiana, lo que influyó de manera decisiva en su forma de hacer cine. Otra influencia notable le vino de su juventud como espectador y cinéfilo aficionado del cine de Vittorio De Sica.
Impregnado de las formas de realizar de los mejores cineastas italianos del momento, comenzó a dirigir comedias, entre las que destacan Hablemos de Mujeres, El millón de dólares, El diablo enamorado y Una mujer y tres hombres, con Gassman, Nino Manfredi y Stefania Sandrelli, la película que le consagró definitivamente entre los grandes del cine italiano. Su cine, vinculado a la comedia italiana de posguerra, se caracteriza por el análisis psicológico de los personajes y por el compromiso político. Sus películas tienen un trasfondo de crítica social no exenta de humor negro, como sucede con Brutos, feos y malos, premiada en Cannes, o con Mario, María y Mario, donde trató la crisis de los militantes cuando el Partido Comunista Italiano se dividió y cambió de nombre después de la caída del muro de Berlín. Historia de un pobre hombre, La cena, Una jornada particular , La terraza, La noche de Varennes o La familia son algunas otras películas de uno de los directores de cine más importantes de la segunda mitad del siglo XX.
Scola presente en sus películas el desencanto de la vida cotidiana planteando situaciones complejas de forma sensible y cómica a través de personajes cálidos y humanos. Director de grandes actores como Marcello Mastroianni, Sofía Loren, Vittorio Gassman, Giancarlo Gianini, Ugo Tognazzi y Gerard Depardieu, entre otros, el cine de Scola conforma un universo particular marcado por la originalidad y solidez de los guiones, la desnudez de las interpretaciones y la sencillez de los espacios. Sin duda, las claves de un cine sin otra pretensión que mostrar la vida para que el espectador reflexione.
Algunas de sus frases célebres
- 1
"El cine es un espejo pintado."
- 2
"El cine tiene una tarea que también es un deber: contar la realidad para que el público la entienda mejor. Sobre todo para el público joven."
- 3
"Íbamos a cambiar el mundo, pero el mundo nos cambió a nosotros."
- 4
"El cine es libre, independiente, la televisión es controlable, utilizable, especialmente por el dueño de todas las televisiones. Con el cine es más complicado."
- 5
"Un autor primero se enamora de lo que escribe y luego piensa en el actor que puede ser el mediador entre sus ideas y el público."
- 6
"Ahora no hay más divisiones esquemáticas. Se tiende a una clase media generalizada dentro de la cual la principal distinción es aquella entre personas honestas y deshonestas."
