Escritor, ensayista, Doctor en Físicas y artista plástico de prolífica obra, Ernesto Sábato nació en Rojas, un pequeño pueblo de la provincia de Buenos Aires, el 24 de junio de 1911. Durante su paso por la Universidad de la Plata fue un activo militante comunista, llegando a ser elegido Secretario General de la Juventud Comunista. Durante su doctorado le fue concedida una beca para investigar sobre radiaciones atómicas en el prestigioso Laboratorio Curie de París, beca que sería transferida al no menos prestigioso Massachusetts Institute of Technology, donde trabajaría en el estudio de los rayos cósmicos, poco antes del estallido de la Segunda Guerra Mundial. Su estancia en Francia le permitió contactar con el grupo de los surrealistas, comenzando a inclinarse lentamente hacia una postura crítica de la realidad del hombre, adentrándose en los territorios más oscuros de la conciencia y del arte.
A su regreso a Argentina comienza a colaborar con la revista Sur y traba amistad con algunos de sus miembros, entre ellos, Jorge Luis Borges, las hermanas Victoria y Silvina Ocampo y Adolfo Bioy Casares. Estos contactos le hacen decantarse cada día más hacia el campo de la literatura. Poco después decidiría abandonar la ciencia para dedicarse exclusivamente a las letras y a la pintura. En 1943 comienza a escribir su libro de ensayos, Uno y el Universo, donde la experiencia de la guerra le hacen mostrar sus inquietudes y su crisis que lo llevan a perder la fe en la ciencia y a preocuparse por cuestiones filosóficas. Cinco años después, tras residir otra vez en París como cargo de la UNESCO –puesto que abandonó dos meses después- comenzó un viaje por Italia y Suiza tras el que publica su primera novela, El túnel, donde Sábato narra la historia de un pintor atormentado por un crimen que cometió con la que alcanzar un inesperado prestigio. En 1961 publica Sobre héroes y tumbas, libro sobre el amor entre dos jóvenes psicológicamente opuestos e inmersos en un contexto histórico revisionista. Abaddón el exterminador, su última novela, se publica en 1974. En ella presenta una realidad apocalíptica a través de simbolizaciones de hechos y hombres de su país. Con ella obtiene el Gran Premio de la SADE, el Premio de Consagración Nacional de la Argentina y recibe en París el premio a la mejor novela extranjera, además de ser nombrado Caballero de las Artes y las Letras, entre otros muchos premios.
En 1983, devuelta la democracia a Argentina, el gobierno de Raúl Alfonsín lo designa presidente de la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas.
Algunas de sus frases célebres
- 1
"En la bondad se encierran todos los géneros de sabiduría."
- 2
"Un genio es alguien que descubre que la piedra que cae y la luna que no cae representan un solo y mismo fenómeno."
- 3
"Ser original es estar poniendo de manifiesto la mediocridad de los demás."
- 4
"Lo admirable es que el hombre siga luchando y creando belleza en medio de un mundo bárbaro y hostil."
- 5
"Dios existe, pero a veces duerme. Sus pesadillas son nuestra existencia."
- 6
"La historia no es mecánica porque los hombres son libres de transformarla."
- 7
"Hay una manera de contribuir a la protección de la humanidad, y es no resignarse."
- 8
"La vanidad es tan fantástica, que hasta nos induce a preocuparnos de lo que pensarán de nosotros una vez muertos y enterrados."
- 9
"Las modas son legítimas en las cosas menores, como el vestido. En el pensamiento y en el arte son abominables."
- 10
"Al parecer, la dignidad de la vida humana no estaba prevista en el plan de la globalización."
- 11
"Siempre tuve miedo al futuro porque en el futuro, entre otras cosas, está la muerte."