Socióloga, economista, profesora, liberal, activista y, por encima de todo, incansable defensora de la paz; Emily Greene Balch es una de esas excepcionales mujeres que, en lugar de quejarse del mundo en el que le había tocado vivir o de resignarse al papel que el status quo del momento le tenía reservado, decidió dar un paso al frente y trazar su propio destino, un destino que nació entre valores de justicia y libertad y acabó en un sueño del que ella misma sentó las bases: una organización mundial basada en una ciudadanía global en la que las guerras fueran impensables.
Emily fue una de las primeras mujeres que accedía a la educación superior, había nacido en una familia culta y liberal -su padre era abogado y su madre maestra- y un buen día decidió que el matrimonio no era para ella, lo que en realidad quería era luchar por una sociedad más justa y más libre, de ahí que se implicara activamente en la defensa de los grupos más desfavorecidos, un espectro social en el que estaban las mujeres, un colectivo al que no sólo defendía sino al que también le exigía un papel más activo en la sociedad exhortándolas a no escudarse en la falta de poder para actuar en el ejercicio de su propia liberdad y actuando ella de ese modo, mostrándose como un ejemplo.
Su lucha por la libertad y la justicia la llevó al pacifismo, porque las guerras destruían sus ideales libertarios y de justicia; su actitud pacifista fue tan clara y activa que le costó su puesto como profesora universitaria -no le renovaron el contrato por mostrarse contraria a la participación de EEUU en la I Guerra Mundial-; en la II Guerra Mundial Emily Greene Balch se vio abocada a renunciar en parte a su ideal pacifista porque sabía que las ideas nacionalistas que imperaban en el mundo destruían la libertad de las personas, sufrió entonces una lucha interior entre sus ideas pacifistas y anti nacionalistas, ella era una ciudadana del mundo y estaba convencida de que si los seres humanos nos sintiéramos parte del mundo y no sólo del rincón de éste donde nos hubiera tocado nacer, las guerras dejarían de tener sentido alguno, no habría banderas que defender.
Fundadora de la Liga Internacional de Mujeres por la Paz y la Libertad en 1915, cuáquera desde 1920, Premio Nobel de la Paz en 1946 y, por encima de todo, pacifista, Emily Greene Balch fue una de las mujeres más notables e influyentes de su tiempo y una activista y escritora que, probablemente, debería ser más leída actualmente...
Algunas de sus frases célebres
- 1
"Me siento profunda y felizmente ciudadana del mundo. Estoy en casa donde quiera que haya gente."
- 2
"Nunca más las mujeres pueden permitirse creer que no son responsables porque no tienen poder. La opinión pública es poder; el sentimiento fuerte y razonable es poder; la determinación, hermana gemela de tener fe o visión, es poder.”"
- 3
"Es natural tratar de entender el tiempo en que vivimos y buscar y analizar las fuerzas que lo mueven."
It is natural to try to understand one's own time and to seek to analyse the forces that move it.
- 4
"El futuro vendrá determinado en parte por sucesos que son imposibles de preveer; estará también influenciado por tendencias que existen ahora y que son observables."
The future will be determined in part by happenings that it is impossible to foresee; it will also be influenced by trends that are now existent and observable.
- 5
"Los hombres que se escandalizan por la falta de libertad en Rusia no se preguntan como de real es la libertad entre los pobres, los débiles y los ignorantes en la sociedad capitalistas."
Men who are scandalized at the lack of freedom in Russia do not ask themselves how real is liberty among the poor, the weak, and the ignorant in capitalist society.
- 6
"La tecnología nos da facilidades que reducen las barreas temporales y espaciales - el telégrafo y el cable, el teléfono, la radio y el resto."
Technology gives us the facilities that lessen the barriers of time and distance - the telegraph and cable, the telephone, radio, and the rest.