El nombre real de Elvis Costello es Declan Patrick Aloisius McManus y su afición por la música le viene de familia. Su madre regentaba una tienda de discos y traía de contrabando referencias de jazz no disponibles en Inglaterra. Su padre, el muy sociable Ross MacManus, fue cantante y trompetista de jazz en la Joe Loss Orchestra. Como en ella tocaban los últimos éxitos del momento, cada semana llevaba un montón de partituras a casa que tenía que aprenderse, además de algunas copias en vinilo de discos que todavía no habían salido a la venta. Uno de ellos era el Please Please Me de los Beatles. Después de escucharlo, el pequeño Declan McManus juró amor eterno a la música.
Gracias a que su padre le proporcionó una extraordinaria cultura musical y a su talento, el músico londinense con el apellido italiano tomado prestado a su bisabuela está a la altura de los mejores compositores de la historia de la música, aunque no haya vendido tantos discos como aquellos. Debutó con corbata, gafas de pasta y aspecto de niño repelente en el verano del 77, dos meses después de que los Sex Pistols publicaran el irreverente God save the queen entre vómitos, drogas y alcohol. Un puñado de buenos discos después, este tío con cara de oficinista comprendió que lo fácil era seguir repitiendo la fórmula con la que había alcanzado el éxito en sus comienzos, aquellas melodías pop acompañadas del guitarreo afilado heredado del punk de sus primeros discos, aquellos que lo convirtieron en un icono de la new wave. Pero entendió que satisfacer sus inquietudes estaba por encima de los números uno.
Cuarenta años después, sólo o acompañado, Costello ha tocado todos los palos, rock, jazz, soul, folk, country, bluegrass, música sinfónica. Costello Es un artista sofisticado y exquisito que supo alejarse de la ambición desmedida y el glam de las grandes estrellas, para alcanzar su sitio, el del verdadero glamour, el que sólo se consigue siendo un músico honesto que busca hacer buenas canciones. Su gusto ecléctico le ha llevado a colaborar con artistas tan heterogéneos como The Brodsky Quartet, Chet Baker, Burt Bacharach, The Roots, Bill Frissell, Lucinda Williams y Allen Toussaint. Ahora, junto a su esposa, la cantante y pianista Diana Krall, disfruta de una plena madurez. Sigue componiendo, pero dadas las escasas ventas ha renunciado a grabar para limitarse a dar conciertos, ajeno a las presiones de la industria discográfica.
Algunas de sus frases célebres
- 1
"La voz humana es algo hermoso, si se encuentra al humano correcto."
- 2
"No estoy en el negocio de la música, estoy en la música."
- 3
"Hay mucho cínico en el pop."
- 4
"Cada canción debe encerrar su misterio."
- 5
"Yo hago música, no pretendo gobernar el mundo."
- 6
"Una canción puede llegarte al corazón, y el corazón puede cambiarte las ideas."
- 7
"Las compañías ahora mismo solo buscan superventas."
- 8
"Pienso en “la era del rock” como un cliché tedioso."
- 9
"No pretendo que se me escuche en las discotecas."
- 10
"El vinilo es mejor; llevan más de 20 años engañándonos con el CD."
- 11
"Hay mucha distancia entre la vida y las canciones."
