Dave Brubeck nació Concord, aunque creció en un rancho del condado de Amador cercano a Ione, en California. El ambiente que lo rodeaba forjó en él el deseo de convertirse en un auténtico cowboy, al igual que su padre, pero su destino cambió cuando su madre, que había estudiado piano en Inglaterra, le enseñó las primeras notas musicales. El resultado fue que a los cinco años el niño ya sabía tocar el piano y a los trece era un consumado compositor. Sin embargo, a él no le gustaba ese instrumento, prefería la batería, instrumento que aprendió a tocar también para formar un grupo con su hermano. Ahí comenzó la brillante carrera de Brubeck.
Después de su infructuoso paso por el College of the Pacific de Stockton para estudiar veterinaria, Brubeck cruzó la acera para graduarse en el Conservatorio; eso sí, a duras penas, porque casi se le expulsa por no saber leer partituras. Pero su habilidad con el contrapunto y las armonías compensaban de sobra esa falta. Inmediatamente después de graduarse en 1942, fue llamado a filas por el ejército donde prestó servicio bajo el mando el general Patton en Europa.
No participó en la Batalla de las Ardenas porque llegó a montar una banda con la que distraer a la soldadesca, Wolfpack, la única unidad multirracial en el ejército. Durante el servicio militar conoció a Paul Desmond, uno de los pilares del que más tarde sería The Dave Brubeck Quartet. Pero antes de formarlo volvería a California a estudiar música en el Colegio Superior Mills con Darius Milhaud, músico clásico que un buen día le dijo seriamente, si no te dedicas al jazz estarás saliéndote de tu propio campo y desperdiciando la ventaja de tu herencia norteamericana. Brubeck escuchó el consejo y lo puso en práctica.
Sus primeras grabaciones las realizó en la ciudad de San Francisco en unión del contrabajista Ronald Crotty y el vibrafonista Callen Tjader. Cierto día de 1951 se presentó de forma profesional en el club de jazz Black Hawk de San Francisco. A esas alturas, su familia seguía insistiendo en que Dave debía estudiar veterinaria, pero él ya había encontrado su propio camino: ser un genio del jazz.
Ese mismo año formó The Dave Brubeck Quartet, un cuarteto de jazz inclasificable con el que cosechó innumerables éxitos. Uno muy significativo fue el disco titulado Jazz Goes to College, que les llevó de gira por todas las universidades de los Estados Unidos. Otro disco histórico fue Bernstein Plays Brubeck Plays Bernstein, grabado con su cuarteto integrado por Paul Desmond al saxo alto, Joe Morello a la batería, Eugene Wright al contrabajo, y él mismo al piano, con el acompañamiento de la Orquesta Filarmónica de Nueva York dirigida por Leonard Berstein. Y por supuesto, su influyente álbum Time Out, el primer disco de jazz en vender millones de copias y uno de los discos de jazz más vendidos de todos los tiempos, que contiene éxitos como Blue Rondo a la Turk y el fascinante Take Five, que te sonarán en cuanto escuches los primeros acordes aunque no seas aficionado al jazz.
Brubeck era una persona normal, sencillo, casado con seis hijos, un clásico amante de Bach. Un tipo al que no le gustaba hablar de su obra y menos le gustaba hablar de la obra de los demás, y al que le aburría que le encasillasen en un estilo determinado. Quizás, por eso, Brubeck sea una excepción en el caótico mundo del jazz, un estilo musical que, probablemente, muchos no sepan ni lo que es ni lo que significa. Pero si es probable que hayan escuchado a Dave Brubeck, el autor de jazz más popular fuera de los Estados Unidos.
Algunas de sus frases célebres
- 1
"No hay obras principales; para mí todas lo son, y ninguna lo es."
- 2
"Mi esposa es mi mejor crítica. Cuando nos casamos no sabía nada de jazz; pero fue aprendiendo y ahora es quien juzga mi trabajo y lo critica."
- 3
"Puedes tomar una pieza de coro sacro de Bach e improvisar. Sin importar de dónde viene el tema, se puede adecuar al jazz. Esa es la belleza de la música."
- 4
"Cuando escuchas a Bach o Mozart, escuchas la perfección. Recuerda que Bach, Mozart y Beethoven fueron grandes improvisadores. Puedo oír eso en su música."
- 5
"La música no siempre da dinero, yo he tenido mucha suerte, y doy gracias a Dios por ello."
- 6
"Hay un modo seguro de tocar, un modo que usa trucos, y está el modo en el que me gusta tocar, que es donde te das la oportunidad de cometer errores para crear algo que no ha sido creado antes."
- 7
"Durante toda mi vida la gente quiso meterme en una estantería, pero me aburren."
- 8
"Siempre seguiré estudiando. Un músico de jazz jamás debe permanecer estático."
- 9
"Estoy empezando a comprenderme a mí mismo. Hubiera sido estupendo haber logrado entenderme cuando tenía 20 años más que a los 82."
- 10
"Estoy siempre esperando las noches de inspiración, cuando casi vives la experiencia de abandonar tu propio cuerpo."
- 11
"No sabemos el poder que hay acumulado dentro de nuestros cuerpos."
- 12
"Mucha gente no entiende lo disciplinado que hay que ser para tocar jazz… No sales y haces todo lo que quieres."
- 13
"Lo que quiero es ser realmente creativo, y tocar algo nuevo en las improvisaciones todo el tiempo."