De padres Sicilianos, Claudia Cardinale nació en Túnez el 15 de abril de 1938 para llegar a ser musa de los directores italianos más destacados de todos los tiempos -Fellini, Visconti y Sergio Leone- y toda una sex-symbol para el resto de la humanidad. Entró en el mundo del cine por guapa, tras ganar un concurso de belleza, para descubrir que la cámara la amaba tanto como todo aquel que se atrevía a mirarla; su voz, un tanto grave, parecía jugar en su contra y en era doblada en todas sus películas hasta que Federico Fellini decidió que incluso aquella voz profunda tenía encanto en ella.
Participó en algunas de las películas más memorables de la filmografía italiana, como el Gatopardo u Ocho y Medio para dar a continuación el salto a Hollywood, donde trabajó con John Weyne, Rita Hayworth o Rock Hudson entre otros importantes actores de la época.
Ha trabajado durante toda su vida, su última película por el momento es del año 2012, pero no se ha dedicado sólo a trabajar; la Cardinale es una mujer de mentalidad abierta y progresista con fuertes convicciones políticas, defensora de la mujer y de los derechos del colectivo gay, vive actualmente en París. Encontró el momento para casarse y su marido adoptó al hijo que ella tenía ya fruto de una violación que sufrió cuando vivía sola en Tunez; tras la muerte de su marido en el años 75, comienza una relación con el director de cine Pasquale Squitieri, con quien tiene una hija y que es todavía hoy su compañero de vida.
Algunas de sus frases célebres
- 1
"El rostro de una mujer debe estar acuñado por su propia historia."
- 2
"Quienes se creen extremadamente inteligentes son tontos con complejos reprimidos"
- 3
"Siempre he querido demostrar que la mujer es más fuerte"
- 4
"Es fantástico porque he vivido miles de vidas, no sólo la mía"
- 5
"Para hacer este tipo de trabajo tienes que ser muy fuerte, de otro modo pierdes tu personalidad, tu identidad"
- 6
"Sí, me ofrecieron un contrato de exclusividad, y lo rechacé."