Salmantina de nacimiento, Carmen visitó Ourense regularmente porque de ahí era su familia materna; su padre era notario y su abuelo catedrático de geografía, su tío abuelo fue el fundador del Ateneo de Orense; nació, pues, en una familia de un notable nivel cultural lo que incidió, sin duda, en su desarrollo personal. Tan importante fue esta influencia que en sus primeros años Carmen no asistió a colegio alguno, su padre -un convencido liberal- se negó a que sus hijas asistieran a un colegio religioso y por ello se ocupó personalmente, en casa, de su educación y estudios centrándose especialmente en lo que él más dominaba y más le apasionaba: la geografía y la literatura.
Carmen no pudo estudiar bachillerato en Madrid, como hiciera su hermana, porque corrían ya tiempos de guerra civil, de ahí que continuara sus estudios en el Instituto Femenino de Salamanca; ya entonces sentía una profunda vocación literaria que la llevó a estudiar Filosofía y Letras en Salamanca; su brillante expediente la hizo merecedora de una beca gracias a la que pudo estudiar en Cannes y mejorar así su francés. A su regreso de Francia se instala en Madrid y comienza a frecuentar los círculos literarios de la capital.
Fue entonces cuando su vocación literaria se impuso y comenzó a publicar cuentos y publicaciones en revistas; trabajó también como profesora y en la notaría de su padre, que por entonces estaba ubicada en Madrid. La historia formó también parte de sus pasiones y durante una parte importante de su vida aparcó la literatura para dejarse llevar por la historia, claro que luego escribió sobre ella volviendo, casi sin querer, a sus letras.
Se casó en 1953 con el también escritor Rafael Sánchez Ferlosio, con él tuvo una hija; el matrimonio duró unos años pero finalmente terminó en divorcio antes de la muerte de su hija, que falleció a los 29 años.
Los premios más célebres que han reconocido el talento literario de Carmen Martín Gaite son el Príncipe de Asturias de las Letras, el Nacional de Literatura -fue la primera mujer en recibirlo-, y el Premio Nadal.
Algunas de sus frases célebres
- 1
"Reírse con otro es el mayor síntoma de amor."
- 2
"Si algo he aprendido en la vida es a no perder el tiempo intentando cambiar el modo de ser del prójimo."
- 3
"La libertad es para soñarla."
- 4
"Los cuentos bonitos siempre hacen perder la noción del tiempo y, gracias a ellos, nos salvamos del agobio de lo práctico."
- 5
"No te escudes en la edad, que es así como se envejece. La juventud es un estado de ánimo."
- 6
"El testimonio de las mujeres es ver lo de fuera desde dentro. Si hay una característica que pueda diferenciar el discurso de la mujer, es ese encuadre."