El 15 de marzo de 1916, nació en la bilbaína calle Hurtado de Amézaga Blas de Otero, el tercero de cuatro hermanos de una familia de la tradicional burguesía vasca. En plena Primera Guerra Mundial y dada la condición de neutralidad española, el negocio de su padre, la industria de los metales, se vio beneficiado por el incremento del comercio con los países beligerantes. En ese ambiente de prosperidad trascurrieron los 10 primeros años de Blas de Otero, con institutriz francesa y estudiando en la Academia Anglofrancesa primero, y en los jesuitas después.
Al terminar la guerra se acabaron los tiempos de bonanza y la familia se trasladó a Madrid, donde el futuro poeta ingresará en un colegio laico de enseñanza mixta y obtendrá posteriormente el título de bachiller en el instituto Cardenal Cisneros. En 1932, la completa ruina y muerte de su padre hacen que, con tan solo 16 años, Blas de Otero se haga cargo de la familia. Vuelven a Bilbao. Ahí comienza la lucha entre el abogado que debe ser y el poeta que es.
A la vez que estudia Derecho publica algún poema y crea el grupo Nuestralia, en cuyas tertulias leen a los clásicos y a los poetas del 27. Al terminar la guerra trabajó como abogado en la fábrica Forjas de Amorebieta, donde empezó a escribir Cántico espiritual, en homenaje a San Juan de la Cruz.
Sin duda, Blas de Otero es uno de los poetas de posguerra a la altura de los mejores autores de la Generación del 27, y buena prueba de ello es el reconocimiento que le dispensaron Vicente Aleixandre, Rafael Alberti, Gerardo Diego o Dámaso Alonso, quien dijo de él que su capacidad idiomática era comparable a la de un García Lorca y de algunos otros poetas de mi propia generación.
Blas de Otero no sólo vivió en Bilbao y Madrid, viajó a Barcelona, Paris –donde ingresó en el Partido Comunista-, Moscú, Shanghai, Cuba, por el mundo buscando al poeta que llevaba dentro. Progresivamente su poesía se fue volviendo más social y menos metafísica, conforme tomó conciencia frente al franquismo que censuró parte de su poesía. Un poeta siempre comprometido, comprometido con la redención humana. El poeta de Cántico espiritual, Ángel fieramente humano, Redoble de conciencia –con el que recibirá el premio Boscán-, y Pido la paz y la palabra, entre otros.
Algunas de sus frases célebres
- 1
"Doy todos los versos por un hombre viviendo en paz."
- 2
"Si he perdido la vida, el tiempo, todo lo que tiré, como un anillo, al agua, si he perdido la voz en la maleza, me queda la palabra."
- 3
"Besas como si fueses a comerme. Besas besos de mar, a dentelladas."
- 4
"España camisa blanca de mi esperanza, aquí me tienes nadie me manda, quererte tanto me cuesta nada."
- 5
"Yo por ti, tú por mí, todos por una tierra en paz y una patria mejor."
- 6
"Escribo en defensa del reino, del hombre y su justicia. Pido la paz y la palabra."
