Fue la segunda mujer que recibió un Premio Nobel, sólo Marie Curie lo hizo antes que ella, pero Bertha von Suttner inauguraba además categoría convirtiéndose en la primera persona en recibir el Premio Nobel de la Paz.
Nació en Praga -entonces Imperio Austríaco y, años después, Austro-Húngaro- el 9 de junio de 1843; hija de un conde, mariscal de campo y consejero militar fallecido poco antes de su muerte, creció junto a su madre en el ambiente aristocrático y militarista del Imperio Austro-Húngaro. Recibe una educación elevada lo que la convierte en una mujer culta que habla 4 idiomas (alemán, francés, italiano e inglés), toca el piano y que ha viajado mucho más de lo habitual en una mujer de su tiempo.
Lo cierto es que Bertha von Suttner fue una mujer única, liberal y humanista desde joven, se negó a casarse por intereses económicos anulando un matrimonio concertado por su madre quien había dilapidado la fortuna familiar por su adicción al juego; comenzó a trabajar como institutriz para mantenerse, fue en casa de la familia von Suttner, entonces se enamoró de Arthur -uno de los hijos de la familia que era 7 años menor que ella-. Aquel amor quedó como suspendido en el tiempo cuando Bertha se marcha a París en 1876, trabajaría como secretaria privada de Alfred Nobel durante dos semanas aunque, tras ser despedida por la madre de éste, mantendría con él una larga relación de amistad que quedó reflejada en la correspondencia entre ambos que todavía se conserva.
Volvió a Viena, se encontró de nuevo con su amado Arthur y se casaron en secreto, él fue desheredado cuando se supo del matrimonio que fue considerado una afrenta a la familia; pasaron años difíciles viviendo en el Cáucaso con los ingresos justos hasta que tanto ella como su marido se convirtieron en firmas habituales en los periódicos y su situación económica mejoró.
En 1885 vuelven a Austria y se reconcilian con la familia; es a partir de ese momento cuando Bertha von Suttner comienza a conocer más a fondo las ideas pacifistas, es liberal y humanista, cree fírmemente en el libre albedrío y considera, cada vez con más convicción, que el hombre debe renunciar a la guerra.
En 1889 publica su obra más importante -¡Abajo las armas!- que se convierte en un referente del pacifismo en el S.XIX y de ahí en adelante; en 1905 recibe el Premio Nobel de la Paz como reconocimiento a sus trabajos, se trata de un galardó que se crea ese mismo año y ella es la primera persona en recibirlo.
Murió por causas naturales el 21 de junio de 1914, poco antes del inicio de la I Guerra Mundial.
Algunas de sus frases célebres
- 1
"Después de que el verbo 'amar', 'Ayudar' es el verbo más hermoso del mundo."
- 2
"Es extraño lo ciega que está la gente. Se horrorizan ante las cámaras de tortura de la Edad Media, pero están orgullosos de tener sus arsenales llenos de armas"
- 3
"Una de las verdades eternas es que la felicidad se crea y se desarrolla en paz."
- 4
"Y uno de los derechos eternos es el derecho de la persona a la vida."
- 5
"El instinto más fuerte es el de la conservación, este derecho, ratificado y santificado por el viejo mandamiento que dice no matarás. "
- 6
"Los defensores del pacifismo son conscientes de la influencia los valores que defienden. Saben que todavía son pocos, pero son conscientes de que sirven a la mejor de las causas posibles."