Bernard-Henri Lévy es el filósofo francés contemporáneo más famoso, provocador y venerado, hasta el extremode que sabemos quién es con solo citar sus iniciales, BHL.
Su personalidad es la de un dandy desenfadado, narcisista y provocador que gusta de hablar atropelladamente para dar mayor fuerza a sus palabras y de abusar de ciertos gestos como forma de captar la atención de un público al que pocas veces resulta indiferente. Y es que en numerosas ocasiones él mismo ha reconocido que se comporta como un hombre libre, para el que lo importante es pensar como quiere, decir lo que desee y vivir como le de la gana.
Lévy nació en Beni Saf, Argelia, el cinco de noviembre de 1948, en una familia acomodada de origen judío sefardita, que se vio obligada a emigrar a Francia durante la independencia de Argelia. Lévy estudió en la École Normale Superieure de París, donde fue alumno de Derrida y de Althuser. Empezó a publicar sus primeros escritos en la revista de izquierdas Combate donde rompe con la línea oficial al denunciar al marxismo como una doctrina de represión y no de liberación.
Desengañado de los efectos que las revoluciones marxistas habían producido en las sociedades de aquellos tiempos, en 1977 defendería esta tesis en su obra La barbarie con rostro humano, donde acusa a Marx de ser más que el apóstol de la liberación de los pueblos, el Maquiavelo de nuestro siglo.
Entre 1973 y 1976 dirigió una colección con la que comenzó a surgir un movimiento formado por intelectuales procedentes de la izquierda radical que se dieron a conocer como nuevos filósofos. Participantes activos en el mayo del 68, los nuevos filósofos se caracterizaron por su desencanto ante el marxismo, su filosofía pesimista, su falta de un cuerpo doctrinal propio, su aversión hacia todas las estructuras del poder, a las que consideran potencialmente totalitarias, y su acentuada conciencia de haberse apropiado del lugar que ocupara anteriormente la filosofía de sus maestros, los filósofos oficiales que dominaban la cultura francesa de los setenta y que ahora les criticaban.
Entre sus ensayos destacan el ya mencionado La barbarie con rostro humano (1977), así como Las aventuras de la libertad (1991), La pureza peligrosa (1994), El siglo de Sastre (2000) y La guerra, el mal y el fin de la historia (2001).
Algunas de sus frases célebres
- 1
"Al populista le gustaría reemplazar las elecciones por los sondeos (o por un plebiscito) el concepto de República por el de concurso televisivo y al pueblo por la plebe."
- 2
"La izquierda está enferma de derechismo."
- 3
"Europa no es un lugar, sino una idea."
- 4
"Aparte de la política solo hay dos cosas que me interesen y estas son la literatura y las mujeres."
- 5
"El clima del planeta hoy es la debilidad de las democracias."
- 6
"La guerra no es necesaria para nada. La guerra es siempre horrorosa. Lo que ocurre es que puede ser inevitable."
- 7
"Después del Brexit, solo un gran salto hacia adelante, hacia la unión, nos sacará del atolladero."
- 8
"El nacionalismo es siempre una tontería, y el nacionalismo étnico, una tontería asesina."
- 9
"Existe una tentación muy totalitaria en la izquierda con raíces en el nacionalismo."
- 10
"Luchar por la supervivencia a cualquier precio es algo indigno. Acaba con nuestros últimos restos de civilización y nos convierte en algo peor que las bestias."