De creatividad desbocada y sorprendente, Gaudí nació en Reus el 25 de junio de 1852 para convertirse en el hombre que cambiaría el rostro de la ciudad de Barcelona y uniría a su nombre y para siempre el apellido vanguardista.
Estudió arquitectura en Barcelona y, terminados sus estudios, colaboró con algunos arquitectos de la ciudad antes de comenzar su trabajo en solitario; en 1883 fue nombrado arquitecto de la Sagrada Familia, una nueva Catedral de Barcelona que le ocupó toda su vida y que todavía hoy no ha sido terminada porque, al no dejar Gaudí un proyecto detallado, sus obras se han dilatado en el tiempo.
Afortunadamente, Gaudí compaginó su trabajo en la Sagrada Familia con otros encargos en Barcelona y también fuera de la ciudad -El Capricho en Comillas o El Palacio Episcopal de Astorga-; en Barcelona su huella es inmensa: el Parque Güell, construído a instancias de su mentor, o la casa Batlló están entre sus obras más destacadas.
Gaudí no dibujaba planos, una única dimensión se le antojaba poco para las ideas que se agolpaban en su cabeza acerca de las formas y volúmenes que hacían edificio, por eso utilizaba maquetas y volcaba en ellas las ideas, a veces con un nivel de detalle insuficiente que iba después completando a golpe de guía, comentario y añadido.
Fue un arquitecto modernista de fuerte inspiración natural que supo, además, sumar los materiales al baile de nuevas formas que lucían sus construcciones; siete de sus obras son consideradas Patrimonio de la Humanidad y él uno de los más grandes arquitectos que en el mundo han sido.
Cuando se graduó en arquitectura, el rector de la facultad dudaba si habían dado el título a un loco o a un genio y, sin bien a su muerte Gaudí era ya un arquitecto reconocido internacionalmente, no fue hasta unos años más tarde cuando el mundo aclaró aquella duda: era un genio, un genio de naturaleza enfermiza que ya de adulto se hizo vegetariano y practicaba el ayuno tratando de combatir su debilidad física.
Se despidió del mundo sin querer en 1926 a los 73 años porque no fue la salud lo que le falló sino que fue víctima de un accidente: caminaba hacia la iglesia -profesaba la fe católica- cuando fue atropellado por un tranvía, como iba vestido con ropa ya vieja e indocumentado no fue socorrido inmediatamente y yació sin sentido en la calle tomado por un mendigo; para cuando fue trasladado al hospital y reconocido como Gaudí ya no se pudo hacer nada por él. Sus restos fueron enterrados en su Sagrada Familia.
Algunas de sus frases célebres
- 1
"La belleza es el resplandor de la verdad, y como que el arte es belleza, sin verdad no hay arte"
- 2
"Mis ideas son de una lógica indiscutible; lo único que me hace dudar es que no hayan sido aplicadas anteriormente. "
- 3
"Para hacer las cosas bien es necesario: primero, el amor, segundo, la técnica. "
- 4
"Toda obra de arte debe ser seductora y si por ser demasiado original se pierde la cualidad de la seducción, ya no hay obra de arte. "
- 5
"El arquitecto del futuro se basará en la imitación de la naturaleza, porque es la forma más racional, duradera y económica de todos los métodos. "
- 6
"La originalidad consiste en el retorno al origen; así pues, original es aquello que vuelve a la simplicidad de las primeras soluciones."