Mastretta realizó todos sus estudios preuniversitarios en su ciudad natal, hasta que en 1971, tras el fallecimiento de su padre, se mudó a México DF donde estudió periodismo en la facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM. Después de licenciarse, comenzó su carrera periodística colaborando en periódicos y revistas como Excélsior, Unomásuno, La Jornada, Proceso y Ovaciones, donde escribía de todo, desde política a cultura y literatura.
Como tantos otros escritores, Mastretta llegó a la literatura a través del periodismo y de la casualidad. Un día, un editor que conocía le comentó que necesitaba a alguien que se dedicara a buscarle escritores. Ella, con treinta años y diez de periodismo, le dijo que lo que ella necesitaba era que alguien le publicara, y no buscar a nadie. No tenía un libro escrito, pero lo quería escribir y estaba segura de hacerlo. Dos años después, el libro Arráncame la vida se convertía en un verdadero éxito editorial. Por esta intensa historia centrada en una mujer atrayente y su relación de amor, pasión, rencor y odio con un cacique matón en el México postrevolucionario se le concedió el Premio Mazatlán de Literatura de 1985. Posteriormente fue traducida a catorce idiomas.
También ha publicado los libros de relatos Mujeres de ojos grandes, Maridos, Hombres de amores y La emoción de las cosas. En 1997, con su novela Mal de amores, fue la primera mujer en obtener el prestigioso Premio Rómulo Gallego, que en otras ediciones obtuvieran Gabriel García Márquez, Mario Vargas Llosa, Javier Marías, Carlos Fuentes, Enrique Vila Matas o Roberto Bolaño. Todos ellos referentes de su forma de contar historias. Y también, según ha contado en alguna ocasión, Benito Pérez Galdós, Jane Austen. Isak Dinesen, Juana Inés de la Cruz, Borges y Cortázar, Balzac y Stendhal. En su obra abundan las mujeres de rompe y rasga, hembras que luchan por tener el control de su destino. Asegura que no escribe por el éxito ni por las ventas, sino por una necesidad vital de contar historias, de aclarar sus dudas, porque la hace feliz y además, por si fuera poco, le divierte.
Algunas de sus frases célebres
- 1
"Sólo los besos son más placenteros que las palabras."
- 2
"Somos lo que dejamos en los otros."
- 3
"Tal vez quienes mejor olvidan mejor viven."
- 4
"Sólo la vida existe, lo demás lo inventamos."
- 5
"Soy consciente de que tuve la suerte de contar con la oportunidad de escribir sabiendo que mis letras iban a ser publicadas."
- 6
"La vida siempre devuelve."
- 7
"Creo que el amor, como la eternidad, es una ambición."
- 8
"La ortografía es una forma sutil de la elegancia del alma."